Carlos Adrianzén

El fondo macro de lo político

Las razones de la caída de la economía peruana

El fondo macro de lo político
Carlos Adrianzén
05 de julio del 2023


Esta vez la cosa se da al revés.
Lo usual resulta que el panorama político cause estragos en la economía de una plaza. Normalmente, a través de políticas públicas populistas o de marcos constitucionales aberrantes, se destruye o deteriora el lado económico de una sociedad. 

En el caso peruano, bajo la gestión de otra presidente por accidente, podríamos decir que la figura se invierte. Son ciertas peculiaridades del manejo económico local –y los retrocesos que ellos implican– los que dibujarán el desenvolvimiento político de la plaza.

Claro que resulta injusto separar las inclinaciones ideológicas de izquierda de los tremendos errores de política económica que ellos justifican. Es muy difícil -casi imposible podría decirse- tratar de regular creciente y óptimamente casi toda la economía, así como inflar los presupuestos estatales bajo mayor presión política, sin que la corrupción burocrática se haga mayor y masiva. Pero, como la data local y global contrasta, con la ideología de izquierda no solo crece la corrupción burocrática, crecen los errores de la gestión macroeconómica

El ex guerrillero y afamado influencer colombiano, Gustavo Petro (eso de presidente democráticamente elegido tiene sus sombras) sostenía hace poco que a su administración le convenía que se incremente el número de electores pobres. Que los de clase media nunca votaban por él… Pero notémoslo, el cambalache ideológico peruano post 2011 ya ha implicado un cambio significativo en la gestión de nuestra economía -y gracias a ello y no a la pandemia- hemos caído a un hoyo.

No es una casualidad que la inflación hoy se mantenga persistentemente muy por encima de su compromiso anual. Tampoco es casualidad, como lo podemos observar monitoreando las cifras (ver Figura I), que no nos hayamos recuperado siquiera sobre una tendencia lineal.

Las razones detrás de esta caída apuntan al enemigo número uno de los regímenes de izquierda (ver figura II): el crecimiento económico y –especialmente– la recuperación del desarrollo económico relativo (medido en el gráfico aludido por la ratio de Ilarionov -i.e.: PBI por persona de un país sobre el mismo indicador de una nación desarrollada-). En términos de largo plazo, las dos líneas -el crecimiento real por persona y el cambio en la ratio de desarrollo- se deterioran persistentemente. 

Estas tendencias explican como explosiona el número de pobres en nuestro país. Siguiendo la perspectiva de moda en la visión política de Petro y otros enriquecidos personajes del Grupo de Puebla, esto podría sugerir el fondo de una expresa estrategia electoral. Necesitan electores pobres, dependientes. Capaces de olvidar sus prontuarios y votar por ellos, por una dádiva.

El golpe de gracia aquí lo ponderamos considerando la secuela del colapso inversor humalista. Un rosado PPK y los abiertamente izquierdistas. Vizcarra, Sagasti y Castillo son también exitosos persiguiendo este objetivo velado. Es decir, comprimiendo ese depresor directo de la tasa de incidencia de la pobreza nacional. 

No debe resultar una sorpresa que el alicaído comportamiento reciente de la inversión privada y -particularmente- de los influjos de inversión extranjera directa en el país (ver figura II) nos aseguren un futuro muy diferente, con mayor pobreza y mayor frustración social.

Esta situación implica el fiel de la balanza política peruana. Si la actual presidente estuviera haciendo gala de connivencia con sus ex socios de izquierda no actuará sobre este punto

Para combatir la frustración hoy, hay que reducir la incidencia de pobreza significativamente. Para ello, lo último que requerimos es seguir aplicando la pócima económica de la izquierda (y de los rosaditos) y sus políticas dizque públicas. Se requiere en cambio hacer todo lo contrario: darle un bocado al perro del hortelano. 

Es decir, sencillamente no bloquear y abandonar a su suerte a la Inversión Extranjera y la Inversión privada en todo el país. Nos ayudan mucho -aunque involuntariamente- las poses de López Obrador, Lula da Silva, Petro, Maduro o Boric. Sus plazas espantan bajo sus gestiones. 

Cualquier esfuerzo creíble por no trabar nos diferenciaría y beneficiaría severamente la suerte de millones de peruanos.

Carlos Adrianzén
05 de julio del 2023

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