El ejemplo de Víctor Raúl

¿Por qué los jóvenes del país, la sociedad en su conjunto, cada vez que busca personalidades que puedan servir como paradigmas para las nuevas generaciones dicen que no existen? Hace 123 años hubo un hombre que prendió la mecha de un fuego que recorrió todo un continente, al que llamaba Indo América. Hablo de Víctor Raúl Haya de la Torre. Un hombre que se inició en las demandas estudiantiles, en la lucha por las ocho horas de trabajo, que creó el Apra, la idea más original y auténtica como doctrina política que puede tener el país.

Dicen que nosotros los jóvenes somos idealistas, soñadores e intrépidos, y que queremos salvar al mundo. Haya de la Torre fue todo eso y más. Cuando él era joven los chicos de su generación tenían a un hombre que despertaba su curiosidad y admiración: Manuel González Prada. Él mismo cuenta su encuentro con el autor de Horas de lucha y Páginas libres. ¿Por qué entonces más de veinte años después de su muerte, Haya de la Torre es tan ignorado por las nuevas generaciones? En el colegio nos hablan de César Vallejo, José Carlos Mariátegui, Jorge Basadre y otros hombres de esa época, pero nadie habla de Haya de la Torre, a pesar de que Vallejo, Mariátegui, Basadre no hubieran existido sin el Apra. El primero, al igual que Jorge Basadre —y Luis Alberto Sánchez cuenta en su autobiografía los entretelones de su elección como rector de San Marcos— escribían para la revista Apra, en 1930. En cuanto a Mariátegui, solo diré que la bancada aprista logró una pensión de viudez para la mujer de Mariátegui y sus hijos. ¿Sabrán eso quienes usan el nombre de Mariátegui y que conociendo que nunca existió “el pensamiento Mariátegui” han hechos decenas de libros con los “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”?

¿Por qué los peruanos no quieren mirarse en Haya de la Torre, y solo lo han guardado como un espejo en un cajón esperando que el óxido lo cubra por completo? Tienen El antimperialismo y el APRA, La defensa continental, Espacio-tiempo histórico. ¿Cuántos libros de este hombre han leído los jóvenes en los últimos años? El peruano más importante del siglo XX, ¿no despierta curiosidad en los jóvenes? ¿Acaso los jóvenes han dejado de ser jóvenes? No hablo de las cátedras de ciencias políticas y sociales en las universidades, porque la mayoría han sido tomadas por caviares, comunistas y antiapristas. ¿Nunca se han preguntado por qué esos cursos les son entregados a unos cuantos, y de estos muy pocos son apristas? ¿No será por la voluntad de negarles su historia a los jóvenes?

Eso, digan lo que digan, para mí es política. Política desde el aula. Pero unos malvados que se aprovechan de la ignorancia de la gente gritan acusadoramente: ¡Esa universidad es aprista! Y los demás que no saben que muchas universidades que fueron ideas apristas hoy han sido tomadas por quienes se han dado el lujo de reescribir la historia a su antojo y medida, les siguen en coro, mientras el caviar y el comunista les siguen lavando el cerebro desde el aula. Pagan el precio de su ignorancia.

Haya de la Torre tuvo varios alumnos que con el tiempo dieron frutos, unos más que otros, como es natural. Uno llegó a ser dos veces presidente: Alan García. ¿Quieren hacer con este hombre lo mismo que hicieron con Víctor Raúl y llamarlo después en su vejez para que presida una Asamblea Constituyente?

El peruano que creó las Universidades Populares Gonzáles Prada, que entregó libros de interpretación histórica, un hombre que escribió para diversas revistas del mundo, al final de su vida le dejó una Constitución al Perú. El Che Guevara, Fidel, Maduro, Chávez… valen nada al lado de un hombre como Víctor Raúl Haya de la Torre. Como peruanos debemos sentir orgullo de eso, pero los odiadores prefieren al dictador cubano, al asesino argentino o al dictador venezolano como referentes. ¿Qué les pasa a los peruanos?

Dicen que no hay nada más subversivo que decirle a la gente que lea. ¿No será esta la razón por la cual la izquierda y la derecha atacan tanto al Apra, por haber puesto al Perú a leer? En este 123 aniversario de su nacimiento, veamos un ejemplo en Víctor Raúl Haya de la Torre. Esa es mi reflexión.