Martín Taype
Diversifiquemos nuestra oferta exportable
Ante una eventual caída del crecimiento de la economía china
En un contexto externo cada vez más incierto en el ámbito económico y geopolítico, acentuado por la pandemia del Covid-19, que viene golpeando sin piedad a todos los países del mundo, es preocupante que sigamos concentrando la mayor parte de nuestra oferta exportable en los productos tradicionales. Y dentro de estos, los mineros que representan el mayor porcentaje de las exportaciones. Esto nos hace muy vulnerables a la dinámica cada vez más volátil de los precios internacionales de estos bienes.
Como es de conocimiento público, Evergrande Group, grupo empresarial que contiene la segunda inmobiliaria más grande de China, posee una deuda de más de US$ 300,000 millones. El temor ante una eventual quiebra ha repercutido en las principales bolsas del mundo, dado que el sector inmobiliario representa el 7.5% del Producto Bruto Interno (PBI) chino, según datos del National Bureau of Statistics of China. Para contextualizar la importancia del conglomerado, según su reporte anual en el 2020, tuvo ingresos por 31,045 millones de yuanes (US$ 4,801 millones aproximadamente). Asimismo, posee 798 proyectos de inversión en 234 ciudades de China y está presente en diversos rubros, como parques temáticos, autos eléctricos, alimentos y bebidas, deportes, etc. Toda esta información ha sido publicada en el Semanario 1092, del 1 de octubre del año en curso, por Comex Perú en su página web www.comexperu.org.pe.
En la citada publicación se indica que, por otra parte, el banco de inversión Goldman Sachs redujo su pronóstico de crecimiento para China en 2021, del 8.2% al 7.8%. Entre las razones que sustentan esta decisión se encuentra la probable ralentización de la actividad de construcción a raíz de la crisis de deuda que enfrenta el grupo inmobiliario Evergrande. Aun cuando logró que sus acciones subieran un 5% en la bolsa de Hong Kong –el pasado viernes 22 de octubre, debido al pago de unos intereses que tenía pendiente–, su futuro es incierto.
Por otro lado, queda claro que las repercusiones negativas de la crisis de Evergrande se sentirán en el resto del mundo; y especialmente en Latinoamérica, uno de los principales proveedores de China. En el caso peruano, las exportaciones de minerales de cobre y sus refinados a China tuvieron un valor de US$ 8,354 millones (el 68.2% del total) en 2019, por lo que constituyó nuestro principal destino de exportación de este producto. Esto se mantuvo en 2020 ya que, a pesar de los efectos de la pandemia, la exportación cuprífera fue de US$ 7,189 millones (64.7%), y en lo que va de 2021 suma un total de US$ 5,333 millones (70.4%).
Debemos considerar que un eventual colapso de Evergrande y el menor crecimiento que desencadenaría en China afectarían aún más nuestra golpeada economía, debido a que el gigante asiático es uno de los países que más invierte y exporta al Perú. A eso se suma la posible caída del precio internacional del cobre, como consecuencia de una menor demanda, lo que agudizaría el impacto en el crecimiento local. Y esto se debe a que durante décadas los diversos gobiernos de turno han estado mirando casi exclusivamente a la producción tradicional, en especial a la minera.
Ello no implica que abandonemos bruscamente este sector, sino que, de cara al futuro, el Gobierno actual y los que vengan promuevan la diversificación de nuestra oferta exportable. Para ello la iniciativa privada debe ser un motor de productos no tradicionales y terminados, para no seguir dependiendo básicamente de las exportaciones de los minerales y otros productos primarios. Los peruanos tenemos talento e ingenio.
Asimismo, es indispensable promover nuevos mercados, buscando siempre nuevos socios comerciales sin ninguna injerencia política ni exclusiones de ningún tipo. Entendamos que no hay otra opción ¡Diversifiquemos nuestra oferta exportable!
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