Desplome de la competitividad del Perú

Recientemente fue publicado el reporte de competitividad económico mundial 2021, elaborado por el IMD World Competitiveness Center, que mide la competitividad económica de los países. En este ranking el Perú está ubicado en el puesto 58 (seis puestos más abajo que en el 2020) de los 64 países analizados. La clasificación se desprende del Informe de Competitividad Global que anualmente elabora el IMD World Competitiveness Center de Suiza, en colaboración con Centrum, la Escuela de Negocios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), que muestra una comparación de 64 economías mundiales. 

En la citada publicación, Suiza (1), Suecia (2) y Dinamarca (3) son los países que lideran el ranking 2021. En el ámbito latinoamericano, Chile mantiene su posición de liderazgo, pese a retroceder también seis posiciones. Por detrás se posicionan México (55), Colombia (56), Brasil (57) y, en quinto lugar, Perú (58).

La medición mostró que Perú tuvo variaciones negativas en las categorías de desempeño económico (en la que cayó de la posición 51 el año anterior a la 60 este año), en la de eficiencia gubernamental (de la 40 a la 48) y en de la eficiencia económica (de la 50 a la 53). Mientras que en la categoría de infraestructura se mantuvo sin variación (posición 60). Aunque el año anterior Perú logró mejorar su posición al ubicarse en el puesto 52, después de haber alcanzado el lugar 55 en el 2019, el país ha presentado este año su peor posición al menos de los últimos cinco años.

El Informe de Competitividad Mundial mide la percepción de la comunidad de los negocios en cuanto a la competitividad utilizando como factores de medición el desempeño económico, eficiencia del gobierno, eficiencia en los negocios, infraestructura y conocimiento.

Los motivos de  los resultados obtenidos en el ránking de competitividad económica mundial 2021 son las deficiencias en gestión gubernamental que nuestro país viene sufriendo durante décadas (y que la actual pandemia del Covid–19 ha desnudado, despedazando a nuestro país en términos de salud y económicos), los continuos casos de denuncias de corrupción (difundidos constantemente por los medios de comunicación), el alto mantenimiento de niveles de inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas. A todo ello se suma un difícil contexto económico y geopolítico externo, donde la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y las tensiones militares entre Estados Unidos y Rusia, China, Siria, Irán, Corea del Norte, entre otras potencias militares.

En tal sentido, no podemos quedarnos de brazos cruzados, viendo como otros países avanzan y nosotros nos vamos quedando. Es necesario que se tomen acciones inmediatas para revertir esta situación. Para ello, el actual Gobierno y el entrante deben tomar, con firmeza y transparencia, las medidas correspondientes para combatir los principales problemas del país, como son la corrupción, la inseguridad ciudadana y las trabas burocráticas. Y en el aspecto económico, promover la diversificación de nuestra oferta exportable especialmente de productos no tradicionales y terminados, para no depender mucho de los precios internacionales de los minerales y otros productos primarios que son la base actual de nuestras exportaciones.