Iván Arenas
¡Continuar la cruzada internacional por Jeanine Añez!
Víctima del ensañamiento del gobierno masista
El 31 de agosto pasado –es decir, 10 días atrás–, desde la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se envió una solicitud al gobierno masista pidiendo un informe sobre la salud de Jeanine Añez y el estado de las medidas cautelares que se han presentado a favor de la liberación de la expresidente, actualmente en prisión preventiva. El gobierno debía responder el pedido de la CIDH en un plazo de siete días; no obstante, el régimen no ha cumplido. Y ante tal desaire se ha ampliado el cronograma a ocho días más.
¿Cómo interpretar la posición del gobierno ante el expreso pedido de la CIDH sobre el estado de Añez? La única explicación es que pretende dilatar el tiempo para evitar que nos enteremos de las condiciones carcelarias extremas a las que ha sido sometida Añez, condiciones estalinistas que la llevaron al deterioro físico y mental de la expresidente, hasta el punto de preferir la muerte por mano propia. En otras palabras, al régimen autoritario no le bastan los siete días de plazo para la recuperación de Añez. Luis Arce y su maquinaria legal, mediática y política necesitan más días para evitar que sepamos la verdad del gulag donde la tienen.
Todo lo anterior, entonces, corrobora lo que se ha venido denunciando desde la defensa legal y familiar de Jeanine Añez: que ella es víctima del ensañamiento del régimen socialista que la tiene encerrada preventivamente mientras duran las investigaciones sobre las múltiples denuncias teóricas de una Fiscalía convertida en el brazo legal del masismo.
Todos los juristas bolivianos serios indican que Añez no merece la prisión preventiva impuesta desde hace más de seis meses, y extendida por otro tanto. En todo caso cualquier investigación preparatoria de la Fiscalía debería realizarse con Añez en libertad.
Para el suscrito, la asistencia de la CIDH en el caso Añez es el fruto de la cruzada internacional para respetar los derechos humanos de la expresidenta; sin embargo, no se debe bajar la guardia en absoluto. En ese sentido, días atrás también diversas personalidades han firmado sendos pronunciamientos a favor de la liberación de la ex presidente y del respeto irrestricto de sus derechos humanos. Es importante decir que la cruzada debe continuar porque el régimen de Luis Arce, la extensión de Evo Morales, quiere castigar a Añez para enviar un mensaje siciliano a toda la oposición democrática.
Cuesta creer que el movimiento feminista internacional apenas haya levantado una ceja, y que ninguna de sus lideresas se haya sumado a la campaña para la liberación de una mujer cuyo yerro más grande fue aceptar la sucesión republicana y convertirse en la presidentainternina.
Vale repetirlo. No debemos bajar los brazos ante la vileza del masismo que, a pesar del pedido de un organismo internacional, se zurra sobre los plazos para informar sobre el estado de salud de la expresidenta.
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