Carlos Sotomayor

Con una ayudita de mis amigos

Con una ayudita de mis amigos
Carlos Sotomayor
30 de junio del 2016

Cuando los jóvenes crean colectivos Como “Creciendo juntos”

“Nunca voy a decir que todo el tiempo por pasado fue mejor. Mañana es mejor”, afirma el gran Luis Alberto Spinetta en uno de sus más celebrados temas. Y en aquel verso encendido, además de echar por tierra la nostálgica idea de un pasado maravilloso, el músico argentino enarbola la bandera de la esperanza en que el futuro siempre nos dará la oportunidad de mejorar.

Como siguiendo este axioma spinetteano un grupo de jóvenes han decidido demostrar que no toda la juventud actual vive pegada a sus smartphones –postmoderna adaptación del ombliguismo en la era digital– o que sus únicos intereses están supeditados a los escándalos de los chicos reality de la caja boba, cada vez más boba. No. Existen jóvenes con una honda y sincera sensibilidad social. Una ineludible prueba es el grupo de chicas y chicos que han pergeñado el colectivo “Creciendo juntos” y se han trazado un objetivo plausible: ayudar a la casa hogar Santa Teresita –que alberga a 16 niños sin la ayuda del Estado– a mejorar su infraestructura y a brindarle los implementos necesarios para una vida óptima en aquel lugar.

Ubicada en la provincia de Huarochirí (altura del kilómetro 40 de la Carretera Central), la casa hogar Santa Teresita alberga a un grupo de niños que vienen de familias disfuncionales, de hogares fracturados. Muchos de ellos han sido criados por padres violentos, adictos a la droga o al alcohol. Pequeños que ante esta situación necesitan no solo un lugar que los cobije, sino el cuidado y los tratamientos especiales que sus males requieren.

La casa es regida por un ángel en la tierra: la Sra. Nelly, una mujer admirable que ha aceptado recibir, mediante acuerdo con el Inabif, a estos niños sin que se le brinde ayuda alguna, ni del Estado ni del sector privado. Hasta ahora solo su amplio corazón ha bastado. Pero ya es suficiente. Los jóvenes de “Creciendo juntos” han elaborado toda una campaña de responsabilidad social para que doña Nelly no esté sola. La meta es recaudar fondos para, como había mencionado, mejorar las instalaciones de la casa y dotarla de los requerimientos básicos para su sostenimiento.

Para ayudar, basta acceder a las redes sociales (léase Facebook o Twitter). En campañas así, no bastan los likes. Si queremos una mejor sociedad en el futuro, tenemos que actuar ya. Estos jóvenes de “Creciendo juntos” son el ejemplo. Crezcamos con ellos.

 

CARLOS M. SOTOMAYOR

 
Carlos Sotomayor
30 de junio del 2016

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