Cobardes

Lo ocurrido con el ex ministro Luis Alva Castro no tiene justificación alguna. Si usted conoce a alguien o quizás es una de las personas que ha justificado el vil acto de depravación humana cometido contra una persona de 76 años, por su militancia partidaria, espero haga público alarde de que es un magíster en apología a la violencia. No se intente camuflar si en algún otro acto violento hay bajas que lamentar.

Maestros, psicólogas, periodistas, personas que trabajan en los ministerios, sus vecinos. Todos cómplices de una sociedad sádica. Nunca dejará de sorprenderme la miseria moral de aquellos que enarbolan banderas contra la violencia machista, pero disfrutan al patear a un anciano. La turba aulló improperios homofóbicos, y hace cuatro días decían solidarizarse con la comunidad LGTBQ, que tenía que ver marchar a los de “Con mis hijos no te metas”. El desdoblamiento de sus conciencias debe trascender todo plano terrenal.

¿Qué hizo la policía? ¿La flagrancia no existe cuando se agrede a un aprista? ¿Ha habido algún pronunciamiento de la Fiscalía? Todos miran hacia otro lado, no quieren chocar con el Gobierno. Uno de los esperpentos que embistió a Luis Alva Castro ha sido plenamente identificado porque el oligopolio de la prensa usa el mismo micrófono, y ha rebotado sus comentarios en todos sus diarios digitales. Esos mamarrachos pertenecen a un grupo de velasquistas que ese domingo se arropaban con la bandera del Perú buscando sus cinco minutos de flashes y luces, pero que en su día a día cargan banderolas que ponen “Kausachun Velasco. ¡Velasco vive!”.

Entre frentes de dignidad, nacionalistas, patrióticos, etnocaceristas y demás sancochados se encontraban los políticos y militantes veletas que se mueven según sopla el viento. Anteayer con Toledo, ayer con PPK, hoy con Vizcarra. Mañana, que no les quepa duda, estarán con quien lo suceda. Cual víboras mudan de piel cada cierto tiempo. “Deslindamos con Fulanita” gritan en los foros del Congreso, mientras restriegan su seca piel contra el bosque de escaños. Deben mudar para sobrevivir, ya no les da asco haberse manchado la piel con cuatro gobiernos. Le tiran sus escamas a los adversarios para intentar borrar sus culpas, hasta que por fin dejan su piel seca atrás. El ciclo de expiación vuelve a empezar. ¡Ay de aquellos que se crean mangostas cuando no llegan ni a culebrillas! Mañana le darán la estocada final.

Unámonos en el pedido de cordura. A falta de pruebas no pueden imponerse los periodicazos ni tortazos. ¿A este paso creen que llegaremos al bicentenario reconocidos como una República?

Quisiera mencionar también que la prensa le ha dado cabida a un grupo de peruanos que protestaban frente a la Embajada de Uruguay en París. ¿Saben que estaban haciendo la gran mayoría de peruanos en el exterior a esa misma hora? Adivinen.