Milko Ibañez
Chile: triunfalismo y soberbia
¿Por qué cambiar una Constitución tan exitosa?
Chile ha sido el país de Latinoamérica (de los más poblados) que ha avanzado más en estos últimos 45 años. Su GDP per cápita pasó de US$720 a US$ 15,000; un crecimiento de 20 veces o 7% anual. Y los avances de la sociedad y de la producción chilena fueron objeto de admiración durante muchos años. Parecía una transición exitosa, de la dictadura a la democracia.
¿Qué salió mal para querer cambiar un marco tan exitoso? Una combinación de factores han llevado a esta “solución”. Una que pesa mucho para mí, es el discurso político. Chile entró al exclusivo club de la OECD en el 2010, y dentro de ese club está debajo del promedio. Claro, no es fácil convertirse en Suiza por el solo hecho de ingresar al club. Había mucho camino por recorrer para ascender y lograr los estándares de los miembros más aplicados.
El triunfalismo, combinado con la soberbia de algunos políticos que dieron por hecho que “todos” lo entenderían igual, ha llevado a una “solución”, que podría significar un giro que lleve a desandar lo avanzado. Sí, es una posibilidad. Los políticos en Sudamérica son en muchos casos tan ignorantes como las personas que no tuvieron la oportunidad de educarse, y no ven, ni entienden, que los grandes países e historias van perfeccionando sus modelos.
“Lo único constante es el cambio”, sentenció Heráclito hace ya muchos siglos. Las modificaciones y mejoras a los contratos sociales, cuando son discutidas y votadas constantemente, no permiten que se genere una olla a presión. Y menos que grupos radicales, tan ignorantes como los gobernantes complacientes, manipulen a las masas y destrocen lo positivo. ¿O acaso nadie se acuerda de los bombardeos de estaciones del Metro de Santiago, de la quema de locales privados, del destrozo de la propiedad pública el 2019? Como dice Martha Nushbaum, estos grupos imponen la “monarquía del miedo”. Eso junto con la complacencia, ignorancia y soberbia de las clases políticas, son la receta para el desastre.
Ahora que Chile va a elegir los miembros de la asamblea constituyentes (155), el 11 de abril del 2021, espero que sean bastante menos miopes que sus gobernantes. Y menos perversos que los manipuladores de masas, y que conserven lo bueno y agreguen lo nuevo.
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