Milko Ibañez
Perú: ya casi un estado fallido
No sobreviviremos muchos años más como nación independiente
Durante los años setenta, ochenta y principios de los noventa, un grupo genocida, racista, asesino, aprovechando el desastroso gobierno de izquierdas de Juan Velasco Alvarado, la candidez de Fernando Belaunde y el apocalíptico gobierno de Alan García puso en jaque al Estado peruano poniéndolo muy cerca de lo que se conoce como un estado fallido. Por suerte –sí, por suerte– el Estado reaccionó a tiempo y gracias a un liderazgo decidido y años de experiencia en la lucha anti subversiva, se capturó al líder mesiánico y se acabó con la amenaza.
Se vivieron años de paz hasta que el enemigo cambió de estrategia, y en el camino forjó alianzas con otros grupos con el mismo objetivo, sembrar el caos y “dinamitar” los cimientos del estado de derecho, esta vez con ayuda desde dentro del estado mismo. Su estrategia fue y es infiltrar los tres poderes tradicionales de un estado democrático –Ejecutivo, Legislativo y Judicial–, a esto sumaron la cuarta pata de la mesa, el cuarto poder fáctico, los medios de comunicación, la prensa escrita y hablada.
Eso es lo que estamos viviendo hoy, todos los poderes están infiltrados por terroristas, narcotraficantes, mineros ilegales, tratantes de blancas, contrabandistas, mercantilistas disfrazados de empresarios; todos ellos aúpan a una masa ignorante transversal a toda la sociedad peruana. El alto nivel de ignorancia y amoralidad está tanto en el pueblo más pobre del Perú como en el distrito más rico, en el cachinero con su carretilla y en los directorios de empresas constructoras, otrora gigantes.
A todos estos grupos criminales les conviene el caos, el estado inexistente, ellos no pelean contra el Estado, ellos son el estado en muchos lugares del Perú. En el Perú no se mueve ni una pluma si estos grupos no lo quieren, a veces lo hacen directamente, otras veces con testaferros de todo tipo políticos, dirigenciales, judiciales, electorales. Se libera a criminales confesos en razón de acuerdos de colaboración ineficaces y manipulados, ciertamente lesivos al Perú.
Así como va el Perú no sobreviviremos muchos años más como nación independiente. Y seguramente una potencia internacional tomará el control de este territorio caótico. Hacia allá vamos, al menos que otro golpe de suerte pueda devolvernos algo de esperanza.
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