Censura y propuesta

Sobre la necesidad de un Gabinete independiente de transición hacia el 2016.   

Puesto en los zapatos de “cualquier peruano de a pie”, que en los años recientes se benefició algo, poco o mucho, del crecimiento económico, lo serio y responsable sería contar urgentemente con un Gabinete Ministerial liderado por una figura independiente que ponga a rodar una transición democrática lo más ordenada posible, con los menores pasivos para el régimen siguiente.

Así como la censura al Gabinete Jara se cae de madura por los reiterados escándalos en la DINI, una oposición con algo de responsabilidad (y previa a la fase “sin retorno” de la campaña del 2016, en la que el oficialismo ya está con Nadine Heredia y Daniel Urresti a la cabeza), debería exigir en forma concertada al Presidente que designe un Gabinete lo más “inclusivo” posible, en aras de una entrega de posta en las mejores condiciones.

Un nuevo titular de la PCM con el suficiente respaldo para poner en marcha una agenda de cambios básicos que devuelvan algo de confianza a los inversionistas en los siguientes 16 meses. Lo que a su vez depende - condición sine qua non- de la eliminación una serie de trabas burocráticas y permisos que siguen ralentizando in extremo proyectos cruciales.

Lo mismo tendría que suceder en el manejo de los conflictos sociales en ciernes, que apuntan justamente a bloquear inversiones de gran envergadura como Tía María.

Lo anterior es clave cuando buena parte de las proyecciones de crecimiento del PBI para el 2015 apuntan a una evolución, en el mejor de los casos, muy parecida a la del 2014 (el 3% podría resultar siendo una cifra de momento realista). Pero si a ello le sumamos el “Niño moderado” que hace un par de días se ha confirmado, y frente al cual no existe un esquema de prevención o contención en sectores  como pesca o agricultura (ni que decir el impacto en el sector confecciones o retail si se alejara o redujera la temporada de invierno), la foto a fin de año podría ser nada positiva. Como me comentó hace poco un amigo, jefe de estudios económicos de un banco local, la palabra “recesión” ya la tienen varios en la punta de la lengua, pero nadie aún se atreve a enunciarla.

Un nuevo Gabinete, además, debería entregar más confianza en materia de lucha anticorrupción. La cada vez más escasa credibilidad del Gobierno en el manejo de los escándalos recientes demandan un Ejecutivo alejado de todo acto de presión hacia la Fiscalía y el Poder Judicial, de tal forma que tengamos la certeza que las investigaciones y acusaciones marchan por una cuerda separada de la influencia de Palacio y del oficialismo.

Debería ser también un equipo de gobierno que en su etapa final, al menos, asegure el mayor respeto posible a la institucionalidad. Por ejemplo, flaco favor le hace el Presidente a la Cancillería volviendo a introducir el tema del espionaje de Chile para desviar la atención por las denuncias contra la DINI.

Presidente, intente pasar a la historia. Antes de irse, entréguele al Perú un Gabinete independiente.

Por Mario Saldaña C. (@msaldanac)
26 - Mar - 2015