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La marcha del 5 y las tareas de la oposición

Reflexiones sobre una impresionante movilización ciudadana

La marcha del 5 y las tareas de la oposición
Víctor Andrés Ponce
07 de noviembre del 2022


La marcha convocada por jóvenes políticos, periodistas y oficiales retirados de la policía y las fuerzas armadas para el 5 de noviembre pasado fue una de las más grandes de la historia reciente. Dejó en claro que la mayoría del país rechaza el desgobierno nacional que está destruyendo los logros económicos, sociales, institucionales y políticos de las últimas tres décadas, y que exige el relevo del Gobierno de Pedro Castillo y el inicio de una transición política.

De alguna manera también la movilización ciudadana interpeló a la negativa del Congreso –hasta ahora– para que ejerza los mecanismos establecidos en la Constitución para iniciar la urgente transición política que salve los avances de las últimas tres décadas. 

Igualmente, la marcha permitió confirmar que el desastre que causa el Gobierno no cambiará así se presenten maremotos y cataclismos. El Ejecutivo practica el criterio leninista acerca de que salvo el poder todo lo demás es ilusión y, por lo tanto, se propone aferrarse al poder, tal como lo hace la dictadura chavista en Venezuela. La intervención de la policía montada para reprimir una marcha extremadamente pacífica confirma semejante tesis. Para el Gobierno no hay adversidad que valga, menos la destrucción general del país.

No obstante, la marcha del 5 también deja tareas pendientes para la oposición que, de una u otra manera, establecerán la diferencia entre la victoria y la derrota. Por ejemplo, la oposición en general –la del Congreso, la de los nuevos políticos y la de los actores antiguos–, hoy parece unificada en el objetivo de la vacancia, la acusación constitucional y la suspensión temporal. No obstante todavía faltan los votos para sumar mayorías suficientes. 

¿Qué hacer mientras se consiguen esos votos? La oposición debe representar los intereses cotidianos de la gente; es decir, representar las denuncias por el incremento de los precios de la canasta básica de alimentos, denunciar el abandono de la seguridad ciudadana, exigir que el Congreso detenga la infiltración maoísta en el sector Educación y derogar los decretos laborales del gobierno que pretenden colectivizar las relaciones laborales.

En otras palabras, la oposición debe tener una estrategia general para la vacancia y la transición, y otra consistente en demandas parciales para representar los intereses de la gente y evitar que el Ejecutivo desarrolle avances parciales en el camino de la constituyente.

De otro lado, la marcha del 5 deja pendiente algo que la oposición debe afrontar contra viento y marea: la necesidad de forjar una mesa de unidad de toda la oposición, que la unifique dentro y fuera del Congreso. Si no existe esa unidad, el plan elaborado por los estrategas del eje bolivariano para desangrar el sistema republicano avanzará.

Víctor Andrés Ponce
07 de noviembre del 2022

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