El mensaje que aumentó la polarización

El presidente Castillo asistió al Congreso para intentar capear el temporal que se ha levantado con la admisión en el Congreso de un nuevo proceso de vacancia presidencial. Si le sumamos el proceso de acusación constitucional por traición a la patria en contra del jefe de Estado, el temporal se convierte en un huracán que puede arrasarlo todo. 

Sin embargo, todos los esfuerzos del jefe de Estado fueron vanos. El presidente del Consejo de Ministros (PCM), Aníbal Torres, en un acto de ingenuidad política, informó que Castillo había desistido de presentar una propuesta de adelanto general de elecciones. En otras palabras, si pasaba la vacancia se adelantaban las elecciones, no obstante que un desenlace de ese tipo demanda una reforma constitucional, imposible de concretarse en el Legislativo.

De alguna manera el Gobierno fue en busca de lana y salió trasquilado, como reza el refrán popular. Luego de las declaraciones de Torres la polarización aumentó y la sensación de un enfrentamiento decisivo atravesó a todas las fuerzas políticas en el Congreso.

El próximo 28 de marzo se discutirá la vacancia en el Congreso. Faltan más de diez días y, en medio de la guerra política y las ineficiencias y escándalos que acumula la administración Castillo, semejante lapso de tiempo es una eternidad. Y en la eternidad los pronósticos son casi imposibles. Lo dice la teología y también la filosofía.

Si bien es cierto que ahora los 87 votos para la vacancia aparecen un poco distantes, cualquier nuevo escándalo que roce o hiera la figura presidencial puede terminar precipitándolo todo. De un momento a otro todo se puede desplomar.

Si a estos hechos le agregamos que los nombramientos de los militantes de Perú Libre en la burocracia del Estado, al margen de cualquier criterio técnico o profesional, de una u otra manera, están creando una crisis general de los servicios públicos, ¿cómo nos podemos imaginar que van a terminar las cosas? En el Perú se están comenzando a dejar de renovar los DNI, brevetes, pasaportes, entre otros documentos esenciales.

Los militantes de Perú Libre colonizan el Estado solo por su condición de activistas, pero al primer golpe de vista se observa que se avecina una crisis de los servicios públicos estatales de padre y señor mío, de la que será difícil salvarse. El Estado peruano no es la región Junín, será la inevitable conclusión del estallido en ciernes.

Si a esto le agregamos que las empresas en todos los mercados y áreas económicas comienzan a desarrollarse alianzas con los trabajadores en defensa de la inversión y el empleo, ante la colectivización de las relaciones laborales que impulsa el sector Trabajo; si los frentes de defensa de Apurímac han decidido enfrentar a las minorías radicales del Cusco que ahogan la producción de MMG-Las Bambas (y que pretenden paralizar la producción minera en el corredor vial del sur), entonces, ¿cuál es el posible futuro de la administración Castillo?

No se necesita ser adivino para entender que todo empieza a implosionar, y en primer lugar el gobierno de Pedro Castillo. Es el desenlace natural de un gobierno que quiso instalar una constituyente, no pudo concretarla, y luego se negó a gobernar con la Constitución vigente.