LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
El Gabinete y el vacío de poder
Zavala parece tomar el rábano por las hojas
Zavala parece tomar el rábano por las hojas
Hasta antes de la emergencia nacional la administración PPK era un desorden en progreso, en el que cada ministro hacía lo que deseaba y en el que Fernando Zavala, Presidente del Consejo de Ministros, se mostraba ineficaz para llenar el vacío de poder político que dejaba el particular estilo del presidente Kuczynski. Sin embargo las cosas parecen estar cambiando luego del voluntarismo que el Ejecutivo demostró en la movilización del Estado en la atención de las emergencias.
El ministro Jorge Nieto se instaló en el COEN y, de una u otra manera, todo el Gabinete asumió la lógica COEN, y los peruanos contemplamos al jefe de Estado y a los ministros con el barro hasta las rodillas. Sin embargo algo parece haber sucedido en ese interregno con las relaciones al interior del Gabinete, que llevaron a Zavala a tomar el rábano por las hojas y enfrentar el vacío de poder que parecía haberse instalado en la administración PPK.
Diversas versiones señalan que el protagonismo de Nieto en la celebración del vigésimo aniversario (la invitación a Keiko, por ejemplo) y ciertas cercanías presidenciales molestaron al resto del Gabinete, y Zavala decidió enfrentar el vacío de poder que caracterizaba a la administración PPK. En el debate y la aprobación de la ley de reconstrucción, y en el gambito sobre la situación carcelería de Alberto Fujimori, Zavala y sus principales colaboradores del Gabinete —para bien o para mal— pusieron los puntos sobre las íes y escribieron el capítulo. Es más, algunos golpes en contra de Nieto en la media, según algunos trascendidos, parecen provenir de este reacomodo ministerial. El mensaje parece ser claro: hay Zavala para un buen tiempo y el asunto viene con golpe y política.
Mirando las cosas desde los intereses del país, los líos ministeriales nos pueden parecer “líos de blancos”. Sin embargo la noticia acerca de que dentro de la administración PPK estaría surgiendo un poder político real, capaz de llenar los vacíos que organizan el particular estilo presidencial, es una buena noticia para la gobernabilidad y las instituciones democráticas. Si Zavala es el hombre que corta el jamón, entonces él es el principal responsable de los aciertos y errores. Enhorabuena.
Y quizá habría que recordar que la principal responsabilidad de un PCM en nuestra arquitectura constitucional es organizar las relaciones entre Ejecutivo y Legislativo. Y allí el déficit es terrible. El gobierno, como un adolescente inconsciente, sigue subiéndose a las olas que organizan el antifujimorismo político y mediático y, por momentos, pareciera que la prioridad del Ejecutivo en las relaciones entre pepekausismo y fujimorismo es liderar la oposición a la mayoría parlamentaria.
No hay otra explicación, por ejemplo, para la iniciativa tardía del Gobierno en el asunto de la reforma electoral. Otra vez Ejecutivo y Legislativo frente a frente. ¿No es hora de gobernar? Es un gesto, un acto, que señala más o menos lo siguiente: lo único que favorece a la administración PPK es la polarización antifujimorista, liderar la oposición a la mayoría parlamentaria.
Si las cosas van en ese sentido el gobierno malgasta su segunda luna de miel y Zavala quema la nueva oportunidad que le otorgan las circunstancias. El resultado del libreto ya es conocido: la aterradora caída libre de la popularidad gubernamental, tal como sucedió luego del primer romance entre el gobierno y la población.
En cualquier caso el jefe del Gabinete debería entender que es muy difícil que las hadas vuelvan a favorecerlo. Si sigue escuchando la lógica de los extremistas antifujimoristas, bueno, debería ensayar la guardia adecuada para evitar los cruzados naranjas que vendrán.
Víctor Andrés Ponce
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