LA COLUMNA DEL DIRECTOR >
Dilemas del Gabinete Zavala
Yerros a evitar en la emergencia y la reconstrucción
Yerros a evitar en la emergencia y la reconstrucción
No se puede desconocer que el Gabinete Zavala ha reaccionado con la energía necesaria para atender gran parte de las emergencias. El papel de las fuerzas armadas y policiales para salvar la cara del Estado —que ha fracasado en la prevención y en la organización del espacio urbano— y para atender la tragedia es más que evidente. Sin embargo, de allí a sostener que estamos contemplando una de las respuestas más eficaces del Estado existe una enorme distancia. Algo así hace un grupo de periodistas en medios y en las redes sociales que, de alguna manera, formaron parte del aparato nadinista. Terrible peligro si comenzamos a escuchar a los candidatos a áulicos.
Si bien el Estado tiene recursos fiscales que harían palidecer a cualquier país vecino, el armatoste estatal del siglo pasado es tan ineficiente que resulta imposible atender todas las demandas acumuladas en la emergencia. En ese sentido, el Gabinete Zavala debería decirle a la gente las limitaciones del Estado de los últimos quince años, que han heredado y que dificulta la solución de los problemas. De lo contrario, las expectativas se embalsarán y la administración PPK sufrirá una verdadera furia nacional que sacudirá a la propia gobernabilidad.
En ese contexto, el Gabinete Zavala, sobre la marcha, debería abandonar esa tendencia a considerar que “salvo la media todo es ilusión”, que parece haber caracterizado a los ministros de PPK. Por ejemplo, ante el desmadre de la seguridad ciudadana algunos ministros han creído que las cosas se solucionan con rush mediáticos y fuegos de artificio. Parece que esta tendencia proviniese de la idea de que la realidad se construye desde los medios. El resultado: la ciudadanía, que cada día padece el desborde criminal, simplemente considera que el gobierno de PPK es frívolo e indolente. Esta especie de quiebre entre la popularidad del gobierno y la gente, que registran las encuestas, parece provenir de ese yerro.
Ahora bien, ¿qué puede suceder si los ministros comienzan a sobreactuar mediáticamente frente a las falencias que existirán al atender la emergencia y organizar la reconstrucción? Es evidente que las iras se acumularán y el Gabinete Zavala podría enfrentar situaciones impensadas. Por todas estas consideraciones es hora de olvidar algunos recursos como soltar a los medios el whatsaapeo de los ministros o los regalos de alguna prendas personal del titular de una cartera. Se debería entonces dejar de pensar en que la política solo es un gran escenario, y hay que plantearse construir mayorías a favor en base a la eficiencia estatal. En otras palabras, en la emergencia y la reconstrucción casi no hay espacio para la pantomima.
Y quizá otro problema de la administración PPK podría ser ignorar la enorme importancia de convocar a las demás fuerzas políticas a las tareas para enfrentar la emergencia y avanzar en la reconstrucción. En el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional también deberían entonces estar presentes todos los partidos políticos; sobre todo el fujimorismo, en su calidad de mayoría legislativa.
La segunda postergación de la interpelación por el caso Chinchero a Martín Vizcarra, primer vicepresidente y ministro de Transportes, por decisión unilateral del fujimorismo, revela que en el Perú no hay oposiciones cerriles e irracionales. No convertir la tragedia nacional en una oportunidad a favor de la convergencia sería un terrible error, principalmente para el pepekausismo.
Víctor Andrés Ponce
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