La peligrosa ampliación del Registro Informal de Formalizaci&oa...
Los meses pasan y el Gobierno aún no da una respuesta definitiva a la empresa Southern Perú sobre el inicio de la construcción del proyecto minero Tía María, en el valle de Tambo (provincia de Islay, Arequipa). Como ya hemos señalado en este portal, este proyecto minero cuenta desde hace bastante tiempo con todas las autorizaciones del Estado, incluso con la llamada “licencia social”, por lo que no hay ningún impedimento para que inicie su etapa de construcción. Es además uno de los más importantes proyectos en cartera que tiene la minería peruana, pues Southern proyecta una inversión de US$ 1,400 millones.
Como se sabe, el gran problema que ha enfrentado este proyecto es el de los grupos antimineros, encabezados por conocidos agitadores, que generaron disturbios y protestas en la provincia de Islay. No obstante, la empresa concesionaria ha estado trabajando bastante en esta área. Así lo afirmó uno de sus directivos: “Esperamos que el gobierno peruano reconozca el significativo progreso que el proyecto ha hecho en el frente social y las importantes contribuciones que Tía María generará a la economía del Perú y, consecuentemente, tome las medidas necesarias para proveer el apoyo adecuado para iniciar la construcción”.
Ese avance en la generación de espacios de diálogo y consenso con la población se ha producido gracias al apoyo de la empresa a diversas iniciativas que benefician a los pobladores de la zona de influencia del proyecto. Por ejemplo, a inicios de marzo la empresa entregó el “capital semilla” para ejecutar 30 proyectos productivos o sociales en los distritos de Cocachacra, Deán Valdivia, Punta de Boen mbón, Mejía, Mollendo y Matarani. Entre estos proyectos hay iniciativas comunitarias como “Agua limpia para una vida sana y sin COVID-19”, “Fortalecimiento de la promoción turística”, “Industrialización de la miel” y “Mejoramiento de local Casa del Pescador”.
Tía María producirá cerca de 120,000 toneladas métricas de cobre (TMC) anuales y aportará al país más de S/ 300 millones en canon y regalías. Además generará 8,000 empleos en su zona de influencia. No obstante, el Gobierno de Pedro Castillo y Perú Libre, que es abiertamente antiminero, se ha manifestado varias veces en contra del proyecto. Incluso la mayoría de la población de la provincia de Islay ya está a favor del proyecto minero; especialmente aquellos dedicados a la agricultura, a pesar de que uno de los grandes mitos de los agitadores antimineros es que Tía María acabará con esta actividad, por una supuesta contaminación del agua.
Southern ya ha asegurado que Tía María no perjudicará el medio ambiente ni la vida de los pobladores de la región, dedicados mayoritariamente a la agricultura. El proyecto minero no usará una sola gota de agua del sistema hídrico del sur: la minera construirá una planta desalinizadora para usar agua de mar en sus operaciones. Además, la empresa está colaborando decididamente con organizaciones de agricultores, como la Comisión de Riego de San Juan de Catas (distrito de Punta de Bombón, en la provincia de Islay), entregándoles equipos e infraestructura de riego para modernizar el agro local.
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