La peligrosa ampliación del Registro Informal de Formalizaci&oa...
Según reporte de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT), las exportaciones totales peruanas cayeron 9% en el periodo enero-junio del presente año, con respecto al mismo periodo del año anterior. Las exportaciones mineras, el principal sector productivo del país (representa un 60% de las exportaciones totales), descendieron 12.4%, y según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), las exportaciones del sector petrolero cayeron 22.6%. No obstante, las exportaciones agropecuarias registraron un débil incremento de 4%, destacando los envíos al exterior de paltas, uvas frescas y mango.
La Ley de Promoción Agraria (Ley Nº 27360) que ha colocado al sector agroindustrial como el segundo sector exportador del país, increíblemente ha sido cuestionada por el Ejecutivo. Un dictamen consensuado en el Parlamento extiende la Ley hasta el 2024 y eleva el aporte de las empresas a EsSalud de 4% a 6%. Sin embargo, para el Ejecutivo el aporte debe ser de 9%. La izquierda anticapitalista la quiere desaparecer por los resultados económicos, que favorecen grandemente a las zonas rurales donde se realizan actividades agroexportadoras.
Los resultados del sector agrario serían superiores si los proyectos hídricos —como Majes Siguas II (Arequipa) y Paltiture (Puno)— fueran una realidad. Las dirigencias arequipeñas todavía no se ponen de acuerdo para elegir un sistema de regadío tecnificado y de agricultura a gran escala. Por su parte, Walter Aduviri, gobernador regional de Puno, se opone a la construcción de la represa de Paltiture. Si no fuera así, hace rato más de 40,000 hectáreas de tierra cultivable en Arequipa y Moquegua estarían incrementando las cifras exportadoras y ofreciendo trabajo para reducir la pobreza, la informalidad y el desempleo. Vale señalar que entre 1999 y 2010 las actividades agroexportadoras ofrecieron 1.42 millones de nuevos puestos de trabajo en el campo, con todos los beneficios y derechos sociales reconocidos.
En el publicitado Pleno Agrario de junio pasado, la Ley de Promoción Agraria no fue incluida para el debate a pesar de que gracias a ella en 18 años las agroexportaciones crecieron de US$ 800 millones a casi US$7,000 millones el año pasado. Este modelo, que podría establecerse en otras actividades económicas (acuícola, textil y forestal), está detenido en el Perú. En cambio, en otros países el modelo es tomado en cuenta en otros países por los resultados obtenidos en Perú.
Como en la minería, la izquierda anticapitalista confunde a la población con sus relatos falsos. Señala que los supuestos “derechos ganados” por los trabajadores no son contemplados en la Ley de Promoción Agraria, cuando es todo lo contrario. Hoy los trabajadores del campo pueden elegir libremente la empresa donde desean trabajar, por las estacionalidad de las actividades agrarias: temporada de siembra, mantenimiento y cosecha. Con esto, los trabajadores ofertan su trabajo durante todo el año, sin estar nunca desocupados, ganando más de S/ 1,400 mensuales, por encima de la Remuneración Mínima Vital (RMV) otorgada por el Gobierno a los trabajadores.
Por el incremento de las actividades agroexportadoras en la costa norte, hasta Ica, los pobladores de la sierra han decidido migrar a la costa buscando mejores oportunidades laborales. Según los Censos Nacionales 2017-INEI, la costa ahora cuenta con el 58% de la población nacional. Además, Cajamarca, Huancavelica, Puno, Huánuco, Pasco y Loreto son las regiones que han perdido pobladores, debido a las pocas oportunidades laborales, afectados grandemente por la pobreza, por las decisiones equivocadas de sus autoridades locales y regionales de tendencia izquierdista. Por el contrario, en regiones como Ica, con intensa actividad agrícola, el nivel de pobreza es el más bajo del país (1.8%-4.3% de la población), y el pleno empleo es ya una realidad.
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