Paul Neira
Y comienza el colegio
Con gran esfuerzo humano, económico y logístico
Estamos en el mes de febrero y ya existe un buen grupo de familias que han entrado en modo colegio. Con razón, puesto que estamos a escasos 22 o 23 días del inicio del año escolar. Para la enorme mayoría de padres de familia con hijos en edad escolar, esto es un proceso dado; y con ello me refiero a que el primer día de clases llegas y dejas a tu hijo en el colegio e inmediatamente pasas a otra cosa, Sin embargo, el esfuerzo humano, económico y logístico que está detrás de que todos los colegios estén listos para ese día es descomunal. Y creo que no somos muy conscientes de ello.
Desde hace unos cuatro o cinco años tenemos implementados los compromisos de gestión para todo el territorio nacional, que implican lograr que para el primer día de clases todos los salones estén listos, con un profesor en cada uno de ellos y con material educativo suficiente para conducir el proceso educativo. Esto, que podrá sonar lógico, no lo era así en el 2010, al menos en números cercanos al 100%. Más bien la norma era que mientras más te alejabas de los núcleos urbanos, los recursos educativos llegaban más tarde durante el año, y pasaba que habían salones llenos de estudiantes pero sin profesores, si solo cabe citar un ejemplo. Alcanzar el logro que al primero de marzo el 100% de colegios tengan toda su plana docente lista le ha costado al país una cantidad ingente de recursos, tiempo, creatividad y un espíritu emprendedor que le debemos de reconocer al funcionario público del sector educación.
Si atendemos el lado de la gestión detrás de esta empresa elefantiásica podría escribirse un libro cuyo título sería “El management contra toda lógica”. Sin embargo, el sector es capaz de enfrentar ese reto y salir airoso. Obviamente se comenten errores, faltas y omisiones, pero lo que tenemos ahora, comparado con lo anterior, representa una diferencia realmente superlativa. Siempre hay espacio para mejora; educar y gestionar son actividades humanas pasibles de mejora concreta.
Por ello al leer en los medios de comunicación los anuncios de un grupo de maestros que, aprovechando la coyuntura educativa, pretenden adentrarse en una huelga que no tiene asidero alguno (legal, normativo, económico o de cumplimiento), creo es de un despropósito descomunal. Pero al mismo tiempo el solo hecho de pensar en un bloqueo del inicio del año escolar produce una combinación de rabia, frustración por el profundo desconocimiento de ese gigantesco esfuerzo de poner a tono a nuestro sistema educativo para que reciba a los estudiantes, que son nuestros hermanos, hijos, sobrinos. En resumidas cuentas, el futuro del país.
Este próximo inicio del año escolar implica también un llamado de atención al grupo de padres de familia para que cuestionen su aproximación a la educación de sus hijos, puesto que deben comprender que los colegios no son depósitos o cocheras donde dejar a los hijos, sino espacios que se construyen socialmente y se fortalecen desde esa perspectiva. De hecho múltiples estudios sobre eficacia escolar otorgan un rol clave al padre de familia en la educación del hijo, y también estos cumplen un rol en el fortalecimiento de la cultura escolar comprometida con la mejora de los aprendizajes.
Finalmente es una enorme tarea la que nos toca enfrentar con el inicio del colegio, una llamada de acción para toda la sociedad peruana que definitivamente tiene que comenzar a hacer algo distinto. De lo contrario, lo que vemos todos los días dejará de causarnos estupor y se convertirá en lo “normal”. Una vez que lleguemos a ese punto ya no habrá retorno posible.
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