¿Vizcarra está siendo evaluado por su gestión?

Las últimas encuestas de IEP (18 al 22 de mayo) y de Datum (7 al 10 de junio) podrían hacernos pensar que Vizcarra no está siendo evaluado por la gestión del país, sino por otras variables. Ante la pregunta “¿Usted cree que Martín Vizcarra tiene o no tiene un plan claro para el desarrollo del país?”, el margen entre la respuesta positiva y negativa se redujo por primera vez en cinco meses, pasando de 30% (60% no tiene y 30% sí tiene) a 23% (57% y 34%) para IEP. Similar efecto existe en la pregunta sobre la reactivación de la economía. Quiere decir que, a pesar de que estas variables de percepción de la gestión mejoraron en la última toma (previa a la cuestión de confianza), esto no detuvo la caída de popularidad de Vizcarra, porque su diferencia entre desaprobación y aprobación pasó de -4 (46% desaprobación y 42% aprobación) a -11 puntos (50% y 39%).

Efecto contrario se puede observar en la última encuesta de Datum, posterior a la aprobación de la cuestión de confianza. En ella, la aprobación de Vizcarra sube 13 puntos con respecto a la toma de mayo, a pesar de que el sector de personas que afirman que el presidente no sabe gobernar, aumenta de 38% a 46%. La evaluación es también negativa para el mandatario en “manejo de la economía” (53%, 7 puntos más que en enero), “generación de empleo” (59%, 6 puntos más que en enero) e “impulso de la inversión privada”. La conclusión podría ser muy peligrosa, pero explicaría parte del comportamiento del Ejecutivo: la percepción de la población sobre la gestión económica del Presidente no guarda relación con su popularidad. La disminución en el crecimiento económico por ejemplo, no parece haber disminuido su aprobación.

Sin embargo, la percepción de voluntad política para luchar contra la corrupción de parte del Presidente ha pasado de 72% en diciembre 2018 a 59% en mayo 2019. El último mes del 2018 fue también el punto más alto de aprobación presidencial, con 61%; pico desde el cual ha descendido todos los meses previos a la cuestión de confianza. El Ejecutivo interpretó que su popularidad está más asociada a esta variable. La polarización con el Congreso parece haber sido el mecanismo elegido para explotar esta idea y apostar a una recuperación de la popularidad, que se evidenció en los últimos días.

La encuesta de Datum, muestra una mejora sustancial de la aprobación; sin embargo, no puede atribuirse únicamente a la confrontación con el Congreso. La muestra, tomada entre el 7 al 10 de junio, incluye también otro evento significativo: la ceremonia del 5 de junio, de expulsión de venezolanos con presencia presidencial y el anuncio de la limitación a futura migración de este país. ¿Cuál es el componente de confrontación con el Congreso y cuál es el de este anuncio antimigración? Lamentablemente la encuesta de Datum no lo explora. Sin embargo, vemos que el crecimiento de la aprobación de Vizcarra es mucho más moderado en la encuesta de CPI (hecha del 3 al 7 de junio), que no toma en su totalidad este efecto.

Según la encuesta de Datum, los puntos de evaluación más bajos del Ejecutivo son “inseguridad ciudadana” (diferencia de -29% entre aprobación y desaprobación), “generación de empleo” (-23%) y “fomento de la inversión privada” (-16%). Vizcarra habría entonces logrado obtener una alta aprobación, a pesar de ser desaprobado en estos aspectos sociales y económicos. Desde un punto de vista político, entonces, ¿qué tan importante puede ser para él atenderlos?.

Lamentablemente, la incapacidad de construir capital político en algo que no sea la polarización con el Congreso o las medidas anti inmigración, estarían llevando al Ejecutivo a descuidar sus principales responsabilidades de gobierno. El Perú necesita que el Ejecutivo encuentre la manera de ser aprobado por su gestión del país, por el crecimiento económico, por atraer inversiones y por generación de empleo, y así tener la motivación política para centrarse en ellos. De lo contrario, seguirá teniendo preocupaciones inmediatistas o alejadas de la mejora del bienestar de la población.