Hugo Neira

Trump. o cómo volver pequeño a un gran país

Ha provocado un tsunami de repudio en su propio país

Trump. o cómo volver pequeño a un gran país
Hugo Neira
05 de junio del 2017

Ha provocado un tsunami de repudio en su propio país

Trump, que gobierna con Twitter, se ha salido del planeta. Una ola de fastidio y de desilusión atraviesa el mundo, y en particular los Estados Unidos. «Error histórico». «Vergüenza internacional». La reprobación es simplemente masiva y virulenta.

Por ejemplo, John Kerry critica amargamente «la ignorancia deliberada» de Trump. El ex secretario de Estado ve en esa acción «un llamado cínico a una facción anticiencia ligada a intereses privados, lejos de la opinión de la mayoría de americanos». El empresario Elon Musk (Tesla, SpaceX) ha rápidamente renunciado al Consejo Económico de la Casa Blanca. Y tres gobernadores —de California, Nueva York y  Washington— han anunciado la creación del US Climate Alliance. Por si acaso, California es la sexta economía del mundo. Jerry Brown, gobernador de California, es un ecologista convencido. Tres gobernadores en contra de Trump no es broma. Los Estados Unidos es un sistema político federal. Y Brown ha incorporado a Canadá, México y Suecia en su alianza. Lidera una coalición de 33 países con l,8 millones de seres humanos. La meta es luchar contra el recalentamiento con medidas científicas y técnicas. El umbral de 2°C se aproxima peligrosamente, más allá, la tierra sería incontrolable.

Trump ha provocado un tsunami de repudio en su propio país. Ha nacido un movimiento de resistencia contra el presidente y los climaescépticos, así los llaman, en el que están un bueno número de representantes republicanos. En esa coalición interna, están directores de grandes empresas (General Electric, General Motors, Disney, Apple, Facebook), incluso algunos petroleros, y famosos como Arnold Schwarzenegger y Leonardo DiCaprio.

Ante el repliegue identitario de América, en Europa la cosa está que arde. Se ha formado un frente, una unión sagrada,  «contra el dirigente ignorante, o peor, cínico, que niega la realidad científica y la necesidad de combatir el cambio climático antes que sea demasiado tarde (Libération). El diario Le Monde, «El siglo XXI no será americano, como lo ha sido el siglo XX». América de Trump pierde el leadership. Ante ese vacío de poder, un trío se organiza. La Unión Europea, la Rusia de Putin, y obviamente, la República China, en camino al 2020 en que sobrepasarán en el PBI a los Estados Unidos.

Pero Trump no está solo. Sus secretarios de Estado consideran ese acuerdo un mal deal  para América. Ellos también son climaescépticos. Todo el mundo está al corriente de lo que se propone Trump, «relanzar la economía fósil en los Apalaches, financiando esa región para rehabilitar la minería abandonada». Pero incluso ese proyecto es rechazado por los expertos, como Scott Pruitt, el director de la Agencia de Protección del Ambiente. «Es una idea ingenua querer resucitar la industria de fósiles».

Trump ha llamado a la Casa Blanca a un elenco realmente particular. Ha nombrado a Rex Tillerson secretario de Estado, hasta entonces presidente de la ExxonMobil. Patrón de una multinacional y muy amigo de Putin. En el  Ministerio de Trabajo a Andrew Puzder, cuyo talento político consiste en haber dirigido una red de restaurantes de fast food. En cuanto a Jeff Sessions, a quien se le ocurre decir que el solo reproche que le hace al Ku Klux Klan es que sus miembros, en sus juicios y atrocidades, «se pongan a fumar marihuana». ¡Y ese es el ministro de Justicia! Por lo demás, la ministra de Educación es Betsy Devos, directora de una empresa de venta directa. En otras palabras, a la cabeza de la hasta el momento primera potencia mundial, se encuentra un paquete de técnicos y hombres de empresa. No sé por qué, eso me suena a algo que conocemos.

Entre tanto, Berlín, París, Moscú y Pekín buscan los fondos para financiar la lucha contra el recalentamiento del planeta. Trump no dará ni un dólar al Fondo Verde. Pero incluso en eso, el tiro le sale por la culata. Un multimillonario americano, Michael Bloomberg, ya ha avanzado la entrega de US$ 15 millones a la Convención por el Clima de la ONU. Y van a continuar los otros 193 países que firmaron el acuerdo, entre los que se encuentra la industrializada y contaminante China de nuestros días.

Los Estados Unidos estarán ausentes en la guerra contra el cambio climático. Y sin embargo, existen unas mil empresas americanas que han invertido en nuevas técnicas y procedimientos que puedan sustituir la energía hoy utilizada.

El problema americano radica en que han elegido al hombre inadecuado. Trump no ha sido aupado a presidente por las clases medias cultas, sino por parte del pueblo abandonado. Por aquellos que tienen una visión provinciana y poco educada. Hay dos Américas. La moderna y la que tiene 45 millones de pobres con subvenciones, y que no están entre los 40 millones que tienen pasaporte y viajan. Y es la América no educada la que encuentra razonable el retiro táctico de Trump. Multimillonarios y lumpen, ¡vaya alianza!

Para nosotros, es una lección. Cuidado con que cualquier tipo inculto llegue a Palacio. Cuidado con los pretendientes a mandatarios, ignorantes y orgullosos de serlo. Los aventureros políticos siempre cuentan con el voto de los que el sistema ha excluido y olvidado. Cuidado con los que plagian tesis y solo saben sonreír.

 

Hugo Neira

Hugo Neira
05 de junio del 2017

NOTICIAS RELACIONADAS >

El mundo increado del pensamiento chino

Columnas

El mundo increado del pensamiento chino

China es el nombre de una civilización que se ha desarrollado e...

25 de noviembre
Tiempo y destiempo. ¿El pasado tiene porvenir? (II)

Columnas

Tiempo y destiempo. ¿El pasado tiene porvenir? (II)

Observemos el paisaje intelectual y científico del fin de siglo...

11 de noviembre
Tiempo y destiempo. ¿El pasado tiene porvenir? (I)

Columnas

Tiempo y destiempo. ¿El pasado tiene porvenir? (I)

El futuro como continuidad puede extender y dilatar nuestros actuales ...

28 de octubre