Siete búsquedas sin retorno

Quiero hacer una nota especial sobre este esfuerzo para iniciarse en la labor de escritor de Wilfredo Torres. Puede ser para muchos un autor que aun no destaca en las letras; quizá no sea todavía invitado a una renombrada Feria del Libro, pero nada de ello le quita brillo a la calidad de esta primera selección de cuentos que nos ofrece, titulada Siete búsquedas sin retorno, ni al empeño de cumplir, a través de esa publicación, uno de sus sueños: escribir.

Como bien se señala en el prólogo, esta novela pretende ser la expresión de una vida joven, que busca, a través de los personajes ficticios –pero del todo reales– mostrar el recorrido entre “lo real y lo imaginario, en donde el autor refleja sus constantes luchas por encontrarse de una manera particular a si mismo”.

Arquitecto de profesión y de oficio, conocí a Willy en el empeño por hacer del sector cultural una isla de eficiencia respecto a la responsabilidad para con el manejo del patrimonio histórico del país. Tremenda responsabilidad la que se le encomendó gracias a que destacaba por su pasión hacia el reto que asumía, su formación profesional y, quizá, el ímpetu de la juventud para hacer de la eficiencia, la entrega y la alegría, las características que imprimió a su desempeño.

Ese mundo de la administración pública no mermó en nada su deseo constante de introspección y de búsqueda. Y, en esta selección de cuentos, los siete primeros que nos entrega, es posible apreciar la capacidad del autor para soñar y para expresar con crudeza, el realismo de los sentimientos más intensos. Con títulos sugerentes, Torres nos invita a leer, en el orden que uno desea, alguno de ellos: “Porcelana”, “El espejo: un cuento de Halloween”, “El arquitecto”, “Regresar: una historia italiana”, “2020”, “Pastillas” y “Dos cuentos molestos”.

De manera particular quiero comentar unos párrafos del cuento titulado “El arquitecto”, pues al margen de que el autor tenga esa profesión, hay detalles en los diálogos que, a mi criterio, reflejan esa búsqueda que enfrenta a decisiones que se deben tomar con valentía. En circunstancias que no es necesario referir, los protagonistas tienen la siguiente conversación: 

–¿Eres feliz? ¿Tu vida fue lo que quisiste que sea?
–Uhm, no lo sé. Estuve siempre ocupado preguntándomelo.
–¿Y qué podrías hacer para ser feliz?
–Me parece que comenzar de nuevo, hacer todo distinto, saborear cada momento, como ahora contigo.

Y es que el autor vive en ese proceso de buscar la manera, siempre nueva, pero dolorosa, de rupturas y abandonos, de emprender el camino que conduce no siempre al puerto esperado, pero por lo menos, arriba a esa ilusión.

Me pareció igualmente sugerente y motivado el cuento titulado “Regresar, una historia italiana”. Al leerlo me pareció que estaba ante una narración de lo vivido; cargado de sentimientos de añoranza y de alegría; de esperanza y de una necesidad inmensa de regresar a años vividos quizá con más modestia, pero intensamente plenos a nivel personal. Y ello, porque en Italia fueron sus años de formación, de despertar y, por qué no, aquellos en los que se cuajaron también, las necesidades de no quedarse nunca en un solo estadío, sino buscar, buscar y seguir buscando. La búsqueda es un intento por seguir vivo y por tener la capacidad de no mirar hacia atrás; de no sufrir como la mujer de Lot, de arriesgar y de intentar el éxito en ese frágil equilibrio que implica existir.

Me gustaría leer, alguna vez, una novela de carácter histórico que salga de la pluma de Wilfredo Torres, con mucha información asociada a un monumento y cargada de intriga, pasión y, como corresponde, intensidad.

No dudo que el autor nos seguirá sorprendiendo por esa búsqueda permanente y ello parece haber sido comprendido por la editorial Planeta, que se ha interesado en incluir esta publicación en las ediciones que a nivel internacional llevan su sello. El libro estará a disposición de los lectores a partir del miércoles 17, y habrá una presentación virtual el 23 de noviembre.