Hugo Neira
Lava Jato. Y limpiar los establos de Augías
La tarea pendiente para el Fiscal Chávarry
«Los dioses impusieron el trabajo de limpiar el establo en un solo día a Hércules con el fin de humillarle y ridiculizarle, ya que era tal la cantidad de excrementos acumulados (los establos de Augías jamás habían sido limpiados) que resultaba prácticamente imposible limpiarlos en un solo día». Wikipedia
De un día para otro, me invitan al programa Combutters en Willax TV. En el camino, me preguntaba a mí mismo de que íbamos a hablar, supuse que del fiscal Chávarry. La verdad es que tenía grandes deseos de protestar ante la reacción histérica en los medios y la obsesión paranoide de buscar chivos expiatorios. Y Phillip Butters arrancó por ese lado. Antes de hacerme alguna pregunta, se dirige al público y evoca que Perú jugó contra Holanda y pierde por un gol, después que Carrillo le cede el balón a Yoshimar Yotún que falla un remate regalado. Entonces el culpable de la derrota era el fiscal de la Nación, Chávarry. Sarcasmo y mordacidad de Butters que venía a tiempo. La ironía que despierta conciencias.
Al hablar, me propuse hacerlo con argumentos racionales. Dije que encontraba monocorde lo que se decía sobre Chávarry. «Ninguno plantea la posibilidad de que sea justamente el fiscal severo que necesitamos». No hay uno solo que lo diga. La verdad es que ese cargamontón contra el fiscal de la Nación oculta la otra vida paralela de la política limeña. Butters mostró, con el documento de la Junta de Fiscales en la mano, lo que pedían: «adopte una decisión acorde a los intereses y el bienestar de la institución». ¡Eso es lo que dijeron! ¡Y no aparece la palabra “renuncia”! Y menos lo del «paso al costado». Sin embargo, ¡varios diarios lo colocaron en los titulares de primera plana! Monumental tergiversación. En los noventa fueron los diarios chicha de la maquinaria montesinista-autocracia de Alberto Fujimori. Hoy lo usan gente que se dice de izquierda, y no lo son. Como en toda profesión, hay una ética.
Hemos tenido semanas enteras de un carnaval de fake news, de noticias falsas, de hoax (mensajes falsos en cadena). No somos los únicos. Tergiversar es una peste planetaria. De eso se ocupa María del Pilar Tello, en Ciberpolítica. Ahora bien, si la conexión rusa ha influido en el Brexit de Inglaterra y en la derrota de la señora Clinton, en sociedades donde a los jóvenes se les enseña a razonar, ¿qué podemos esperar nosotros? ¿Con la pésima educación peruana?
Ante Phillip Butters (y la audiencia), propuse algo distinto. Imagina —le dije— que tuviéramos un finlandés que nos pregunta cómo le va al Perú. (Lo de Finlandia, por lo lejos que está). Yo le diría que estamos ante un país paradójico. Por un lado, no nos va tan mal. Un presidente ha sido reemplazado por un vicepresidente. O sea, lo normal, la ley. En segundo lugar, en economía se anuncia un crecimiento sobre el 4%. (Aunque hemos perdido siete añitos, cinco con el «revolucionario» Ollanta y dos con PPK.) Esa noche me extendí en datos que provienen del INEI (Instituto Nacional de Estadística).
Hay cambios inmensos en la sociedad peruana. En primer lugar, somos un país urbano. Un país de ciudades. Lo rural ocupa el 10%. En segundo lugar, somos un país costeño. Por primera vez en 3,000 años, la costa está más poblada que las cuencas andinas. Y añadí, yo nací en Abancay, o sea lo que digo no es subjetivo. Un 70% en los llanos que conectan comercio y gente. Y solo 30% en la sierra. Por último, ya somos un país masivamente alfabeto (discusión: analfabetos en un 5% o 9%.) Entonces, globalmente ¡no hay crisis! Pero la fabrican. Esta mañana, una tuitera, Luz Amelia: «lo escuché en Philippe Butters y me devolvió la tranquilidad. Pensé que estaba loca, porque no es posible q personas q aparentan tener criterio se lancen como gallinazos contra Chávarry, los comentarios q hizo, son certeros». Cuánto me alegro. Pero todavía faltan los hechos, la reforma del Poder Judicial. Entre tanto, la clase política está desacreditada y también buena parte del poder mediático.
Esa noche conté que fui comunista, no «de izquierda». Aprendí a ser sobrio y estudioso. Y en el San Marcos de mi juventud, había mayoría aplastante de apristas. Para mi generación —Fernando Fuenzalida, Arias Schreiber, Carlos Franco—, los apristas no eran enemigos, eran rivales. No es lo mismo. Hoy me creen naranja. Se equivocan. Ni eso ni lo contrario. No sé odiar, y mi religión es ser un libre investigador, ver y decir lo que es real. En los 2000, escribí El mal peruano. «El abuso del poder, la plata fácil, la falta de escrúpulos y la esfera de la impunidad. El libro trata de Fujimori y Montesinos, pero no solo de ellos. Trata de una cultura de la criminalidad, enraizada en la propia cultura criolla y nacional». ¡En el 2001! Esa noche dije que Haya de la Torre es la figura mayor del siglo XX. Su legado es actual. ¿O hemos construido una sociedad del bienestar para todos? Dije que Keiko nace en 1975, o sea, tiene camino para rato. Y dije que el rol del opositor (democrático) lo ocupa hoy Alan García. Menos mal, porque en este laberinto, se nos puede presentar algún Maduro peruano.
En suma, para las semanas que vienen, funcionarios, empresarios, opinólogos que por lo bajo cobraron en dólares, esperan su apocalipsis. Lava Jato apenas comienza. Y escribiendo este artículo, ocurre que el fiscal Chávarry se queda. Me saco el sombrero. Y coraje, señor. Esperamos de usted, se lo digo sinceramente, la proeza de limpiar unos establos llenos de mierda, algo que nunca se hizo. Sería entonces la mejor manera de festejar el bicentenario.