Jorge Varela
La sociedad del malestar
En Chile y en tiempos de Boric
¿En qué consiste el estado de “malestar”? ¿Cuál es su naturaleza? Quiero pensar que usted lo conoce y lo ha sentido en su espíritu y en su carne más de una vez. Su conocimiento entonces, no es solo teórico. Durante las últimas semanas dicha expresión ha sido usada por representantes de las Iglesias (confesiones religiosas) chilenas, por el presidente Gabriel Boric y también por diversos comentaristas desde enfoques divergentes.
Malestar generalizado
La Declaración pública de las Iglesias señala que: “un malestar muy generalizado recorre las distintas instancias de la vida nacional…lo que provoca una crispación en los ánimos de las personas y grupos sociales y hacen difícil la comprensión y el diálogo, elementos esenciales de una verdadera democracia” (13 de marzo de 2024).
Esta declaración advierte que “el desprecio por la vida y el atropello a la propiedad privada y a las leyes se ha convertido en algo habitual”; enseguida denuncia que “la expansión de la droga y la presencia del crimen organizado… están destruyendo los elementos esenciales de la vida ciudadana… en particular barrios, familias y juventud”. También alude a “los innumerables casos de corrupción… con escándalo de los ciudadanos por el mal ejemplo y deshonestidad”; y aborda “la incapacidad de los actores políticos para llegar a acuerdos en temas esenciales, como pensiones” y otros (nueva Constitución), lo que vincula con “el ya habitual incumplimiento de las normas más elementales de convivencia”.
Naturaleza del malestar
El malestar como realidad no es algo etéreo, o abstracto, tiene siempre causas concretas y expresiones específicas que son de índole histórico, cultural, social, económico, político, físico, psicológico. Pueden irrumpir como una combinación de dos o más de ellas: una mezcla indeseable que altera y remece lo físico-corporal y lo psíquico-espiritual del ser. Malestar significa “estar mal”, sentir angustia, dolor, rabia, tener carencias, necesidades materiales no cubiertas. Aunque, atención, como vacío es demoledor, es una especie de hoyo negro que se traga cualquier esbozo de buen ánimo y arrasa hasta con las pequeñas alegrías.
A juicio de Abhijit Banerjee, Nobel de Economía en 2019: “una parte importante del malestar se debe a que tu vida ha perdido sentido… Hay cuestiones que no se resuelven solo con la mera transferencia de dinero por parte del Estado” (El País, 18 de marzo de 2024).
El economista mencionado, un especialista estudioso de las características y efectos de la pobreza en regiones postergadas del mundo, sabe de lo que habla y escribe; sabe que el derrame carnavalesco e insensato de bonos y subsidios provoca euforias temporales que pasado un tiempo, se convierten en ruina económica y derrumbe social. Es el momento que algunos malvados esperan ansiosos para capturar poder y ejercer hegemonía sobre sus víctimas.
El malestar: ese oscuro oleaje
El malestar, -un polo situado en dirección opuesta al bienestar-, está orientado en línea hacia áreas por las que sobrevuela sin aterrizar definitivamente esa águila invisible llamada felicidad; un estado inasible que el poeta chileno Jorge Teillier describiera certeramente: “pienso que la felicidad no es sino un leve deslizarse de remos en el agua… la luz de un pequeño barco, esa luz que aparece y desaparece en el oscuro oleaje de los años lentos… O quizás no sea sino la luz de una casa hallada tras la colina cuando ya creíamos que no quedaba sino andar y andar” (“Bajo el cielo nacido tras la lluvia”).
Si existe pues algo semejante a la no-felicidad, claramente eso es el estado de malestar: “el oscuro oleaje de los años lentos”.
La sociedad del malestar profundo, según Boric
¿Lo que se está construyendo podría denominarse una “sociedad del malestar profundo”? Según Gabriel Boric, “hubo y sigue habiendo un malestar profundo en el pueblo de Chile porque la política no ha sido capaz de solucionar demandas básicas”. Una de las cuestiones evidentes, es la preocupación por la seguridad y la reforma previsional (discurso en escuálida manifestación de apoyo a su gestión. “El Desconcierto”, 17 de marzo de 2024),
No es la primera vez que aborda un tema recurrente en él, que le sirve de refugio demagógico. Al cumplirse tres años de la revuelta social –denominada eufemísticamente estallido social–, se refirió a los hechos violentos ocurridos el 18 de octubre de 2019. Ante la Asamblea de Naciones Unidas sostuvo con desparpajo –al acordarse de sus posturas anteriores– que “representar el malestar es mucho más sencillo que solucionarlo” (Radio Bío-Bío. 21 de septiembre de 2022). En declaraciones emitidas en esta misma fecha expresó que “los motivos profundos del malestar chileno siguen presentes” (entrevistado por Pepa Bueno, directora de El País de España. 30 de septiembre y 5 de octubre de 2022).
Al año siguiente, en octubre de 2023, mientras se encontraba en China, repitió comentarios semejantes, agregando que era “muy pronto para poder establecer un análisis completo” (24 Horas. 18 de octubre de 2023).
En consideración a que “el diagnóstico de las inseguridades” continúa vigente, hastiados de declaraciones y discursos, mientras el tiempo corre en contra, esperaremos hasta octubre para escuchar a Boric y leer la misma reiteración agobiante de sus explicaciones estériles sobre el malestar, esas que desafían la humilde paciencia ciudadana.
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