Maria del Pilar Tello
El gran juicio contra Google
El primer juicio por monopolio de la era de Internet
Han pasado veinte años del juicio contra Microsoft y desde agosto pasado Estados Unidos tiene en el banquillo a otra gran empresa tecnológica. Nada menos que a Google la del famoso buscador, acusada de posición dominante en el mercado para lo cual paga miles de millones de dólares a fin de que su producto sea considerado como predeterminado en una gran variedad de dispositivos, en especial los de Apple.
La demanda antimonopolio fue interpuesta en octubre de 2020 por el Departamento de Justicia que argumenta que Google abusa de su poder de mercado para intimidar a empresarios menores, proteger su monopolio y frustrar la competencia. Algo familiar con lo sucedido a fines de la década de 1990 cuando Microsoft era un titán tecnológico y su líder, Bill Gates, un ícono nacional. Ese juicio, que comenzó en octubre de 1998, tuvo 76 días de testimonios y su cobertura mediática fue total y diaria y de enorme impacto. Al final un juez federal determinó que la empresa había violado repetidamente las leyes antimonopolio del país.
Ahora estamos ante el primer juicio por monopolio de la era moderna de Internet cuyo devenir podría ser muy significativo para el futuro de la internet y de la tecnología si Google, considerada la empresa más poderosa del mundo, pierde. Hace algunos días, ante una sala llena, el gobierno expuso cómo Google había ejercido sistemáticamente su poder para intimidar a sus competidores. La empresa respondió que simplemente había proporcionado un producto superior.
El Departamento de Justicia intentó demostrar que Google había intentado durante mucho tiempo eliminar a sus competidores pagando para ser el motor de búsqueda predeterminado en dispositivos móviles. Se recordó el caso de Microsoft y las tácticas de esa empresa en los años noventa. “Google utiliza el mismo manual de estrategia de manera muy similar a como lo hizo Microsoft con su sistema operativo de computadora personal, Windows” en palabras del Fiscal.
Google argumenta que su abrumadora cuota de mercado, 90%, no se debe a que haya infringido la ley, sino a que es un motor de búsqueda rápido y eficaz, además de gratuito. Y que los usuarios podrían eliminar la aplicación de Google de sus dispositivos o simplemente escribir Bing de Microsoft, Yahoo o DuckDuckGo, para acceder a un motor de búsqueda alternativo pero no lo hacen. Alegan que se quedan con Google porque confían en su buscador para responder a sus preguntas y no les decepciona.
De encontrarse que Google infringió la ley Alphabet, su matriz, sería obligada a separar el servicio de búsqueda de otros servicios como el sistema operativo Android o Google Maps, lo cual implicaría la mayor división de una empresa estadounidense desde la producida con la telefónica AT&T en 1984.
Es la primera vez que un gigante tecnológico, el líder del grupo GAFAM, integrado por Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft, aparece contra las cuerdas. El poder adquirido en solo tres décadas, por este grupo no puede ser mayor. En su conjunto representa la tercera economía del mundo, cada una de sus empresas puede duplicar o triplicar el presupuesto que manejan los estados nacionales, no solo tienen ganancias siderales, su influencia política y social no tienen parangón en la historia. A ello se agrega su rol fundamental en la comunicación social, la prensa y el discurso público. Son consideradas los dioses cibernéticos de nuestro tiempo.
Y habrá que ver cómo este proceso judicial significará el contrapeso democrático de las instituciones ante este inmenso poder. Puede ser el juicio del siglo que comience a ponerle límites efectivos en nombre de la sociedad.
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