Renatto Bautista
El asesinato de Navalni
La Rusia de hoy no conoce libertades políticas
Aunque hayan pasado algunas semanas, en este artículo quiero reivindicar la lucha por las libertades políticas en torno a la figura del líder de la oposición rusa, el abogado Alexander Navalni (1976-2024) que fue asesinado en la cárcel el 16 de febrero del 2024. Obviamente, Navalni fue un preso político del régimen autocrático comandado por el perdedor que, luego de dos años no puede conquistar Ucrania. Me refiero a Vladimir Putin, que de conservador no tiene nada.
La Rusia de hoy no conoce libertades políticas. Navalni destacó por esa lucha que él sabía que su vida tenía que ser ofrendada porque el régimen autoritario de Putin se ha consolidado desde hace un cuarto de siglo. Es válido recordar que pese a todo el control político ejercido por Putin y sus circuló, en las elecciones municipales de Moscú del año 2013, Navalni quedó en segundo lugar con un destacado 27%. Indudablemente, era la lucha entre David vs Goliat, pero este David ruso no ganó en dicha lid electoral ni pudo ver a su país regentado por las libertades políticas como si lo gozamos en la mayoría de países Occidentales.
Considero que el responsable político de la muerte de Navalni, es Putin quien es el amo y señor de Rusia desde 1999, quien en pleno siglo XXI tiene cárceles políticas, sumada a que en geopolítica es el sostén de terribles dictaduras como la Diaz Canel en Cuba, Ortega en Nicaragua, Maduro en Venezuela y la de los ayatolás en Irán sumado a su alianza con otras siniestras dictaduras totalitarias como la de la China continental y Corea del Norte. Putin para nada es un referente del conservadurismo occidental, es más bien un sátrapa aliado de dictadores socialistas que solo defiende los “valores” de su civilización, la ortodoxia como lo definió el célebre politólogo estadounidense Samuel Huntington en su monumental libro “Choque de civilizaciones”.
Por eso, quienes en Occidente –en actitud traidora a su supuesto espíritu conservador– defienden a Putin, no han leído este libro que claramente nos señala las diferencias de valores y tradiciones entre Occidente y la Ortodoxa que es una sumatoria de la extinta civilización bizantina y de los tártaros que tuvieron presencia en Rusia por siglos por eso ellos tienen una vena política totalitaria desde los Zares pasando por el Imperio del Mal —que fue la Unión Soviética donde Putin fue agente de la KGB– hasta el actual régimen de Putin.
Ojalá que el asesinato de Navalni nos recuerde la importancia de la lucha por las libertades políticas. Ojalá que Rusia conozca las libertades económicas y políticas para que deje de ser un centro de expansión del autoritarismo, que es contrario a los valores y tradiciones de Occidente.
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