Arturo Valverde
De regreso a la Unión Soviética
Perú Libre pretende convertir al Perú en una URSS
Disculpen mi escepticismo, pero dudo mucho de que en un eventual gobierno de Perú Libre se respete la llamada Proclama Ciudadana firmada hace pocos días por su candidato presidencial, Pedro Castillo. Mis dudas se basan en que estamos ante una opción que encarna al comunismo, y si la historia nos ha enseñado algo es que quienes representan esa clase de ideologías, una vez que llegan al poder buscan la manera de perennizarse en este e imponer sus ideas. Castillo no es Humala, no podrán “caviarizarlo”. No sean ilusos.
Pero si las razones ideológicas no han logrado convencerlos de emitir un voto de confianza por la otra opción, que en este caso sería la señora Fujimori, repasemos tres aspectos que han destacado en esta última semana: el primero, sin duda, es la presentación de los integrantes del equipo técnico de Perú Libre; el segundo, es el caso de un Plan de Gobierno que ha dejado la impresión de armarse a la carrera, o haber sido tomado en calidad de préstamo hasta el día de las elecciones; y por último, las recientes declaraciones de algunos virtuales congresistas de la misma agrupación política.
En cuanto al equipo técnico, vemos entre los cuadros convocados a exintegrantes de Unión por el Perú (UPP) y Gana Perú –es decir, exhumalistas–; pero también tenemos exmiembros de los “Chalinas Verdes” que desconocieron a Susana Villarán posteriormente, entre varios rostros conocidos en el amplio espectro de la izquierda peruana y otros que construyeron un espacio en base al antifujimorismo.
Pero, además, la agrupación de Perú Libre ha recibido el apoyo político de la excandidata presidencial Verónika Mendoza y de Marco Arana; con ambos, ha suscrito otros compromisos. ¿Cómo hará Perú Libre para satisfacer sus compromisos con todas las facciones de la izquierda peruana que hoy sienten que el sueño de llegar al poder a través del voto está cerca? ¿Qué consecuencia tendría para nuestro país y la democracia? ¿Cómo se dividirán el Estado? No olvidemos la posición en contra de los proyectos mineros que han tenido algunos de ellos, un sector que será de vital importancia para la reconstrucción económica del país.
En cuanto al Plan de Gobierno, mi percepción es que Perú Libre buscó la manera de hacerse de uno que moderase su imagen, en contraposición al plan de Cerrón. Y en ese entretiempo desfiló más de uno llevando sus propuestas bajo el brazo al profesor, lo que denota improvisación.
Por último, me he quedado ciertamente impresionado después de escuchar las declaraciones de un virtual congresista de Perú Libre que ponía como ejemplo nada menos que a la Unión Soviética, pero que al mismo tiempo planteaba la creación de un ministerio de Ciencia o una suerte de Silicon Valley. No existe nada más contrapuesto a la ciencia que el pensamiento dogmático de quienes perviven estancados en el tiempo, y que por razones ideológicas no pueden entender que todo tiene su espacio y tiempo histórico. La URSS fracasó o se desactivó, como quieran. Perú no es Rusia.
Qué acertado fue Haya de la Torre al negarse a formar parte del comunismo internacional, en contraposición con la decisión de Ravines y Mariátegui. Para Perú e Indoamérica, algo propio, algo auténtico, porque nuestra realidad es tan distinta de la de Rusia como la de Rusia de la de China. ¿Unión Soviética? ¿Es una broma?
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