Eduardo Vega
Cambios sin efecto
La mayor reafirmación de Perú Libre como partido de gobierno
Se acaban de producir cambios en el gabinete de Adrianzén, y salvo el bajón que acaba de darnos el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores –aparentemente más alineado a las preferencias “perulibristas”– da la impresión de que solo cambian las caras para darnos más de lo mismo. Peor aún, los cambios que a primera vista parecían más necesarios (Salud e Interior), ¡no se han producido! Se confirma así que para nuestra presidente es preferible continuar confiando en un infidente –sin un círculo de confianza a la altura de su encargo– antes de intentar cortar por lo sano
Ante esto, dos opciones se revelan de inmediato: 1) Nuestra mandataria no es lo suficientemente sagaz como para entender que está entregando cuotas de poder a las manos equivocadas, o 2) Nos están vendiendo el show de apoyo y protección sesgada a Cerrón para distraernos de algo que debe ser mucho más grave.
Lo cierto es que cualquiera sea la opción, lo único que aprecian quienes están lejos de los supuestos círculos de poder es que el control de las riendas del país sigue en manos de incompetentes que jamás tuvieron una mínima noción de lo que necesitamos para crecer como nación. Llegaron donde están como fruto del azar, el odio y la aplicación constante de un actuar bajo la premisa de “evitar el mal menor”
Cierto es que había algunos ministros seriamente desgastados como Pérez de Cuéllar, cuya rotación debió ocurrir nada más pasadas las declaraciones por las que insinuaba que Dina utilizaba “Rolex falsos” (por decir lo menos). Sin embargo, haciendo un símil a las cuentas de la innecesaria permanencia de la exministra de Vivienda o incluso del Sr. Otárola como premier; la salida de Santivañez y Vásquez podría ocurrir con suerte en diciembre del 2024 o enero del 2025.
La permanencia de Santivañez en Interior y Vásquez en Salud, así como el ingreso de Schialer, van confirmando que por más show que haga Cerrón en X (Twitter) contra el gobierno y la presidente, él nunca dejó de ser parte del gobierno actual, o al menos un serio “influencer” en algunas de las posibles decisiones de nuestra mandataria. El mejor ejemplo de ello es la primera declaración de nuestro flamante Canciller, quien se apura de decir que “los Problemas de Venezuela sean resueltos por los venezolanos”.
Así las cosas, estando a los vaivenes de nuestra política, lo único que se logra entender de la maraña de sucesos que tenemos por delante es una posible maniobra política de la presidente para asegurar votos que eviten una posible vacancia, en mérito de los posibles encubrimientos y traslados del prófugo Cerrón quien, curiosamente, tras las revelaciones de los presuntos audios de Santivañez, ha detenido sus “críticas al gobierno de turno”.
Hoy más que nunca, posiblemente tenemos a la vista la mayor reafirmación de Perú Libre como partido de gobierno. Han dado un giro de 180 grados en asunto de Venezuela, en plena concordancia con el silencio del máximo líder partidario; prácticamente ha quedado confirmado que nadie busca Cerrón. O peor aún, que el encargado anterior de la cartera de interior, jugaba en pared con el prófugo para que el auto presidencial apañe su traslado.
Dicho esto, sin importar los cambios que se hagan entre los ministros; lo más probable es que ello no represente variación alguna en el devenir de ninguna de las carteras, si es que acaso no serán nuevos retrocesos para el país. Una vez más intentan desviar la atención con cambios en el gabinete, a sabiendas de que la gestión Boluarte es tan ineficiente como un cenicero en una motocicleta. Nos distraen un poco para la anécdota, y no presentan un verdadero cambio que marque la diferencia para salir de la crisis.
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