Iván Arenas
Antauro y la minería en vías de formalización
Humala, como estatista, es enemigo del capitalismo popular
Antauro Humala ha ido a Cajamarca a decir que va a apoyar a la minería de los peruanos en contra de las “trasnacionales”; pero es difícil que la prédica de Humala pegue en el mundo informal minero. Lo explico.
Antauro Humala es, al fin y al cabo, un estadólatra; es decir alguien que tiene una fe ciega en el Estado. No obstante, es incapaz de dar por sentado alguna definición. Por el contrario, el pequeño minero artesanal, ese que está en el limbo de la informalidad, representa todo lo que Humala no es. En otras palabras, el minero en vías de formalización representa a ese inmenso capitalismo popular minero que ve en el Estado una obstáculo inmenso para su formalización.
Visto así, no resultan compatibles en absoluto la visión de un minero informal y la de un Humala que quiere concentrar para sí todo el poder cuando llegue a ser gobierno. Humala como estatista representa el obstáculo y la burocratización salvaje de los que hoy el minero en vías de formalización reniega.
En su día, una mayoría de los dirigentes de los gremios de mineros en vías de formalización apoyaron al expresidente Pedro Castillo con el único objetivo de que los ayude en la formalización. Nada de eso ocurrió. Por el contrario, los gremios mineros se mancharon con el gobierno de Castillo, y hoy reniegan de aquella vez que lo apoyaron con reuniones y asambleas en Palacio de Gobierno.
Pero el tema con Humala no es sólo ideológico. Además de lo anterior, Humala no representa políticamente al capitalismo popular minero porque la minería en general no es solo un negocio de los pequeños, sino también de los medianos y los grandes. Es más, sin las innovaciones tecnológicas de los grandes proyectos mineros es difícil que la minería mediana y artesanal pueda crecer.
Humala entonces se ha equivocado. Ha querido convertir la lucha que mantiene el minero en vías de formalización contra el Estado en una lucha contra las mineras “transnacionales” que pagan impuesto y cumplen los estándares sociales y ambientales. Tal vez conozca de cuarteles, pero no de minería.
Lo que se necesita impulsar es la ley de formalización de las minería artesanal y pequeña, la ley MAPE. Una ley así permitiría que ese enorme potencial del capitalismo popular minero pueda explotar como una verdadera cadena de átomos constructivos. Es hora de que el Congreso vea esta ley como necesaria para el país.
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