Iván Arenas
Aníbal Torres es el que manda
Si no estuviera Torres, el Ejecutivo caería
Se suele decir que la política es el arte de lo posible. En ese sentido, tanto la oposición como el Ejecutivo desarrollan sus estrategias políticas en la medida de que sea posible. Hoy se ha llegado a un empate “catastrófico” en el que ninguno puede avanzar hacia sus objetivos: la vacancia por un lado y una asamblea constituyente por el otro. Tanto a la oposición como al Congreso se les acabó el momentum.
Castillo se mantiene con más del 20% de aprobación, no obstante todos sus yerros y las sospechas de corrupción. Humala dice que Castillo es un “Paco Yunque, roba gallinas”. Una frase dura que proviene de la propia izquierda etnonacionalista. El Congreso tiene alrededor de 8% de aprobación. Con este número no tiene la legitimidad suficiente para desarrollar la vacancia.
Pedro Castillo reina, pero no gobierna, para entenderlo mejor. No manda, y cada día que pasa es más decorativo. Quien gobierna y manda, y es el verdadero rostro del poder, es Aníbal Torres, operador político que se faja día a día; un verdadero muro de contención para el cerronismo, los alfiles y amigos de Vizcarra y los caviares. A estos últimos los ha botado de la PCM, literalmente.
Sí. Este es quizá el peor gobierno de los últimos 20 años y el peor presidente, pero es lo que hay. Aníbal Torres, el hombre que ejerce el verdadero poder, y todo indica que ve improbable continuar con el proyecto neoconstitucional. Su gobierno no tiene legitimidad, no tiene mayoría en el Congreso, pero nunca, jamás, dirá –ni él ni Castillo– de manera pública que renunciarán a la Asamblea. De suceder eso, se le va lo poco que tiene. Ese 20% duro. ¿Es necesario conformarse con Aníbal Torres? En absoluto; pero es lo que hay ahora. Sí la oposición no reconoce todo lo anterior, no podrá avanzar hacia un proyecto alternativo serio y con certidumbre.
Semanas atrás Aníbal Torres se quiso ir, dejar la PCM huérfana en un momento álgido para Castillo. Fue un amague de poder. Negoció con el presidente. Allí Torres se hizo con todo el poder. Castillo sabe que Torres es lo único que ahora tiene y que su defensa es vital. Si no está Torres, se cae el gobierno y el Congreso logrará la vacancia. Se irán todos, también el Congreso del 8% de aprobación. Así es la política.
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