54 millones y el DNI de Teófilo

El contraste entre las necesidades reales del país y el gasto millonario en la COP 20             

El anciano Teófilo fue rescatado del abandono y la miseria absoluta, de una habitación oscura y húmeda, infestada de bichos. Vecinos solidarios los trasladaron a la posta médica de Concepción con los ojos legañosos, desnudo, medio sordo, hueso y pellejo, sin poder pararse por sí mismo. No tiene DNI y por tanto no tiene Seguro Integral de Salud (SIS) por no tener un pariente que se haga responsable de él. Se acudió a la Beneficencia y, nuevamente, el mismo rollo del DNI y el pariente. Mientras tanto, al anciano solo le limpian las legañas y su destino sigue siendo tan incierto como cuando estaba postrado en el suelo esperando la llegada de la muerte.

Cerca de Pacaybamba, Yanayacu y Marancocha - anexos de Concepción, de pequeños productores de café, plátanos y cítricos, en la margen derecha del río Tulumayo - Edegel opera la Hidroeléctrica Chimay que abastece de energía eléctrica a la selva central y al valle del Mantaro. Es allí donde algunos pobladores exhiben en los techos de sus viviendas paneles solares útiles para un televisor con parabólica. Es en Pacaybamba donde el alcalde provincial hizo derrumbar la escuela ofreciendo construir una nueva; el mismo alcalde cuya municipalidad tiene un local para atender menesterosos como Teófilo que no funciona por falta de mobiliario y personal profesional. Es en la ciudad de los huacones donde se le adeuda a un vecino por trabajos de iluminación realizados a un monumento que el alcalde quiso convertir en atracción turística mayor al Corcovado de Río de Janeiro. A los anexos señalados no se llega por Concepción, sino por San Ramón - Chanchamayo - por no haber una vía de penetración. Existe un conflicto de territorialidad porque un error material hace aparecer a Marancocha como parte de la provincia de Jauja y, Jauja y algunos de sus vecinos, la reclaman para sí. Es en Concepción donde el izquierdista Bloque Popular gana las elecciones con los votos de los anexos y distritos más lejanos.

El estado peruano ha gastado 54 millones de dólares en organizar la Conferencia de las Partes - COP20, un evento que el 92% de la población ignora. De seguro el 8% restante no conoce claramente los beneficios de la “inversión”, no sabe si tarde o temprano la firma en Lima el preacuerdo ambiental (“conciso y bien estructurado”) será útil de alguna forma para reducir la contaminación de aguas y suelos, nuestro principal problema. Y pocos saben de la máscara ambientalista que usa hoy la izquierda para impedir el progreso de los pueblos, deteniendo cualquier tipo de inversión extractiva, porque para ellos todos contaminan y por tanto todos deben ser erradicados.

54 millones de dólares utilizados para atender a 150 mil representantes extranjeros que visitan el país por el evento, para crear conciencia de los problemas ambientales y para mostrarles a los visitantes como suena el cajón peruano, como bailan los indígenas del VRAEM y que rico saben el tacu tacu y ceviche.

El 92% de la población no sabrá cómo terminó la Conferencia, si hubo preacuerdo o no; tampoco sabrá si al anciano Teófilo se le otorgó un DNI para derivarlo a un albergue, si se construyó el colegio prometido en Pacaybamba, si Marancocha pertenece a Jauja o a Concepción. Por eso los bloques populares ganan elecciones.

Por Manuel Gago Medina

08 - dic - 2014