SBN otra vez contra pueblos costeros

La casa de la profesora Rosa Julia Balmaceda, directora del colegio Augusto Salazar Bondy en Los Órganos (Talara), fue demolida por segunda vez por iniciativa de la Superintendencia de Bienes Estatales (SBN), con el apoyo de grupos violentistas privados. El hecho sucedió no obstante que la mencionada profesora tiene acciones pendientes en el Poder Judicial en defensa de su legítima propiedad.

Antes de la disolución del Congreso, un grupo de congresistas intentó acercar las posiciones de la mayoría de los alcaldes de Piura y Tumbes con las de la SBN. En ese entonces los funcionarios de la SBN se comprometieron a detener los procesos judiciales contra los posesionarios y propietarios de los distritos norteños. Sin embargo, luego del cierre del Congreso, se ha vuelto a destruir la casa de la profesora Balmaceda.

En repetidas ocasiones, este portal ha informado que la SBN demanda la propiedad de predios en pueblos, caletas de pescadores e, incluso, de ciudades completas. No se salvan de estos juicios y desalojos promovidos por la SBN los pobres, las clases medias, los inversionistas turísticos ni los ricos de la costa del norte del Perú. Por ejemplo, los predios de una ciudad como Talara están en litigio en los tribunales, aunque parezca mentira. La SBN reclama los predios en los distritos de Talara, Lobitos, El Alto, Punta Sal, Máncora, Cancas y Zorritos. Por si fuese poco, la SBN también reclama la propiedad de predios en Ica, Pisco, Palpa y Nasca. En la costa sur, la mencionada entidad ha logrado inscribir a su favor más de 228,000 hectáreas.

La principal línea de argumentación de la SBN en sus reclamos absurdos se basa en la aplicación de una reciente ley de playas, que establece que en playas continuas (es decir, sin accidentes geográficos) las casas y predios deben ubicarse a 50 metros de la alta marea. El problema: la mencionada ley se pretende aplicar retroactivamente a propietarios con más de un siglo de posesión de sus predios. Así, por ejemplo, se intentó demoler el balneario de Colán, uno de los más antiguos del Perú, con casas construidas un siglo atrás. Cuando se levantaron las casas de Colán estaban emplazadas a 200 y 300 metros de la alta marea.

No obstante, el argumento más importante a favor de los propietarios y posesionarios de la zona costera del país tiene que ver con la Constitución y el Código Civil. La Carta Política establece con claridad que la posesión es una de las fuentes de la propiedad. Igualmente, el libro V del Código Civil señala que luego de más diez años de posesión efectiva de un predio, el posesionario puede reclamar la prescripción adquisitiva si no existe un título oponible válido. Con este procedimiento el posesionario adquiere la plena propiedad del predio.

Bueno, en la mayoría de pueblos, caletas, ciudades e inversiones en el litoral costero, se ejerce la posesión de los predios desde varias décadas y los propietarios y posesionarios han adquirido derechos irrenunciables que la Constitución reconoce a plenitud.