La censura del ministro de Energía y Minas, Rómu...
En un extraño comunicado, titulado “Por justicia y paz en el VRAEM”, los miembros de la Mesa Directiva del Congreso se lamentan e indignan ante el asesinato de 16 personas en el Valle de los Ríos Ene, Apurímac y Mantaro (VRAEM). No obstante, luego de leer los párrafos del escueto comunicado surge una pregunta ineludible: ¿Por qué la mesa directiva del Congreso no condena frontalmente al terrorismo de Sendero Luminoso en el VRAEM, que asesinó a 16 personas, incluidos dos niños?
Una entidad como el Congreso, que es la asamblea que expresa la pluralidad política de las representaciones, no puede solamente lamentarse luego de que el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas y la dirección de la Policía Nacional del Perú, han condenado frontalmente la masacre perpetrada por los terroristas de Sendero y han establecido los hechos y el número de víctimas. De ninguna manera.
¿Qué se pretende señalar cuando la mesa directiva exige “investigaciones serias que permitan esclarecer lo sucedido, proteger a los/as testigos y sancionar de manera contundente a los responsables, sin ningún tipo de impunidad ni uso político? ¿Acaso los integrantes de la Mesa Directiva dudan de que haya sido Sendero el actor que perpetró la masacre? ¿Qué está sucediendo en el Perú? Semejantes eufemismos hasta parecen pretensiones de intentar lavar la cara al terrorismo desde la cúspide del Congreso.
La mesa directiva del Congreso igualmente señala lo siguiente: “Condenamos la tragedia suscitada en el reciente atentado, así como los abusos que sufren de forma continua las y los peruanos producto del narcoterrorismo en esta zona”. ¿Condenan la tragedia? ¿Acaso no hay responsables directos de esta orgía de sangre y muerte? ¿Qué sucede?
Con este comunicado la mesa directiva del Congreso ha cruzado una línea peligrosa en su obligación impostergable de defender el sistema republicano. La pregunta que emerge entonces es qué actitud asumirán los partidos mayoritarios representados en el Congreso frente a una minoría que llegó a esa posición por un evidente golpe de masas, y que hoy utiliza eufemismos para evitar una condena frontal a la barbarie terrorista.
¡No puede ser!
Un gesto mínimo de las mayorías partidarias del Legislativo debería ser emitir un comunicado rechazando frontalmente la actitud incomprensible de la Mesa Directiva y estableciendo una condena frontal al terror.
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