La censura del ministro de Energía y Minas, Rómu...
Sobre las primeras declaraciones del presidente Humala en defensa de Tía María.
Por fin el presidente de la República, Ollanta Humala, se pronunció categóricamente en defensa del proyecto de Tía María en el valle del Tambo, en Arequipa. Luego de haber acumulado muchos silencios e, incluso, de haber demostrado indolencia frente al avance de los radicalismos anti mineros que están paralizando las inversiones en recursos naturales, el jefe de Estado se pronuncia sobre el tema y cumple así su deber.
Desde tiempo atrás, diversos sectores reclaman mayor protagonismo del Estado en defensa de los proyectos mineros. Algo que vaya más allá de las deslucidas participaciones de los titulares de Energía y Minas y de Agricultura en las mesas de trabajo que se instalan cuando se desatan la violencia y los radicalismos. Humala no solo solicitó una oportunidad para Tía María, también precisó que, según el estudio de impacto ambiental, la mina usará agua de mar tratada y no el agua de la cuenca del río Tambo. Además señaló que se construirá la represa de Paltuture para evitar que millones de metros cúbicos de agua se pierdan.
El pronunciamiento de Humala se produce en medio de un paro en el valle del Tambo contra Tía María que ya dura 16 días, que deja pérdidas por 500 mil soles diarios y que ha bloqueado las principales carreteras de la zona. Además, vale recordar que el Jefe de Estado se pronuncia después de que un funcionario de Southern Perú (SPCC) anunciara que dicha empresa cancelaba el proyecto, lo que luego fue desmentido por los directivos de la compañía. Diversos observadores señalaron que aquel anuncio fue una manera de presionar a un gobierno que había mostrado una terrible indiferencia con un proyecto que implica una inversión de US$ 1,400 millones de dólares y que generará alrededor de 3,500 empleos.
Se trata -como ya los hemos sostenido en este Portal- de enfrentar una lucha sin cuartel que los radicales antimineros libran no solo contra Tía María sino contra las inversiones en recurso naturales en general, con el fin de desestabilizar el modelo económico y crear las condiciones para restaurar el estatismo que empobreció el Perú.
En el plan antiminero se busca paralizar US$30,000 millones de dólares en emprendimientos creando conflictos sociales y ambientales artificiales. Entre la lista de inversiones amenazadas están Las Bambas, Tía María, Conga, Quellaveco, las ampliaciones de Cerro Verde, Constancia y otros. Pero el objetivo en el sur es bloquear Tía María para luego avanzar sobre Las Bambas, el proyecto nacional más grande, que compromete inversiones por US$ 10,000 millones
En todos los casos, los radicales antimineros ha creado conflictos sociales y ambientales artificiales y han recurrido a la violencia para imponer su voluntad sobre poblaciones enteras que también se sintieron abandonadas a su suerte por el Estado.
Ojalá que el pronunciamiento presidencial no se convierta en palabras que arrastra el viento, sino un cambio radical en la conducta de la autoridad estatal en la defensa de los contratos, la ley y la soberanía estatal que son permanente amenazados por los radicales antimineros.
08 - Abr - 2015
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