El radicalismo magisterial en campaña

Pedro Castillo Terrones, dirigente de los sectores radicales del magisterio, se inscribió en Perú Libre (PL) de Vladimir Cerrón y ahora es precandidato a la presidencia de la República por el partido del exgobernador de Junín. En el 2017 Castillo lideró la huelga nacional de profesores que duró más de 50 días. 

El objetivo de Castillo es derogar la Ley de Reforma Magisterial (Ley Nº 29944), norma que establece la meritocracia en el nombramiento y promoción de los docentes de las escuelas públicas. Castillo se opone a la capacitación y concursos de mérito organizados por el Ministerio de Educación (Minedu) con el fin de nombrar y ascender de escala a los docentes que participan de la meritocracia educativa. 

El dirigente cajamarquino ha sido fundador del Comité Nacional de Lucha y Reconstrucción (Conare, del SUTEP), vinculado al Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef). Para César Barrera, ex secretario del SUTEP, Castillo “coincide con la estrategia de Sendero Luminoso”. Desde la formación del Conare, los planes de Castillo eran controlar el sindicato de profesores y convertir al magisterio en bastión del maoísmo. De no lograrlo, el plan B era la conformación de un sindicato de docentes paralelo al SUTEP. Para los profesores vinculados al CEN SUTEP, sindicato reconocido por las autoridades del Minedu y controlado por Patria Roja, Castillo era a todas luces un divisionista. 

Asimismo, las pretensiones políticas de Castillo eran evidentes. Acordó con Gregorio Santos, expresidente regional de Cajamarca, su inscripción en el Movimiento de Afirmación Social (MAS). Con Santos, Castillo era parte de las “cumbres antimineras” organizadas desde Cajamarca. Desde entonces Castillo, Santos, Cerrón, Verónika Mendoza y Walter Aduviri organizaron actividades políticas con el fin de crear un frente marxista para el proceso electoral del próximo año. Con este propósito, organizaron la supuesta caminata desde Cajamarca hacia Lima durante la visita del papa Francisco, en enero de 2018, y en la Cumbre Presidencial de las Américas. El objetivo era interrumpir la presencia del Papa y de los presidentes americanos. Fracasaron por falta de respaldo. 

En 2017, Castillo organizó un Comité Nacional de Lucha con representantes de las regiones. Como portavoz del movimiento, la pretensión de Castillo era participar en las negociaciones de los pliegos anuales de los profesores para lograr el reconocimiento del Minedu. Después de finalizada la huelga de los 50 días, Castillo convocó un paro de docentes el 25 de octubre de 2017, fecha en que, coincidentemente, se celebraban los cien años de la Revolución de Octubre, que llevó a Lenin al poder en Rusia. Ese día 25, el 94% de los profesores acudió a sus centros educativos con total normalidad. En Cajamarca, un pequeño grupo de profesores acató el paro convocado por el dirigente.

El liderazgo de Castillo en el magisterio se hacía polvo. Acto seguido, después de fracasar como dirigente, Castillo viajó por el Perú con el fin de organizar una convención nacional de profesores y fundar un nuevo sindicato, sobre la base de la oposición a la carrera magisterial. Ese mismo año, luego de huelgas y paros, Castillo fue derrotado por la masiva participación docente en las evaluaciones del Minedu. 

En el Congreso Nacional Estatutario de la Bases Regionales del Magisterio, Castillo y sus seguidores acordaron organizar la Federación Nacional de Trabajadores en la Educación del Perú (FENTEP). Las sospechas de los dirigentes de Patria Roja se volvieron realidad: Castillo soñaba con el sindicato propio para destruir cualquier principio de meritocracia. Ernesto Meza Tica, reconocido dirigente cusqueño, denunció la estrategia divisionista de Castillo, y alertó a sus colegas de que sus actos carecen de legitimidad por no estar en el Registro de Organizaciones Sindicales (ROS).

Castillo coincide ideológicamente con Cerrón. Las candidaturas de Perú Libre son, en esencia, plataformas antisistema, comunistas y verticales. Cabe señalar que Perú Libre es parte del Foro de Sao Paulo, hoy Grupo de Puebla, propiciado por Cuba y Venezuela.