Los proyectos antisistema en el Perú, incuestionablemente, se p...
Administración PPK designará comisión para proponer reforma
El anuncio de PPK sobre la designación de una Comisión de Alto Nivel para proponer una reforma integral del sistema previsional del Perú es una de las buenas noticias que nos trae la nueva administración, en momentos en que las recientes leyes aprobadas en el Congreso han convertido al sistema de pensiones un verdadero Frankenstein. El Legislativo ha aprobado la posibilidad de que las personas que se jubilan con cuentas individuales puedan retirar el 95.5% del fondo acumulado, y que cualquier aportante retire el 25% para la compra de una primera vivienda. Con estas “reformas” el Sistema Privado de Pensiones se ha convertido en un sistema de ahorro forzoso y ha perdido su naturaleza previsional.
Antes de seguir, un tema de fondo: con el crecimiento, la reducción de pobreza y el desarrollo, la tendencia social es al aumento de la longevidad y la disminución de la natalidad. Si el Perú sigue creciendo no escapará a esta lógica. Y si no se desarrolla una reforma del sistema previsional, no solo los viejos se quedarán sin pensiones, sino que la propia economía naufragará. Atender los gastos de pensiones ha generado en los estados de bienestar de Europa déficits de entre 7% y 10% del PBI que explican el estancamiento y los retrocesos de Europa.
Entonces, un aspecto que debería abordar la Comisión de Alto Nivel de la administración pepekausista es la imposibilidad de reformar el sistema previsional sobre la base del sistema de reparto: modelo estatal que se basa en los aportes de los trabajadores activos a un fondo común, para financiar pensiones de los retirados. Este modelo del siglo XIX se creó cuando la natalidad superaba largamente a la longevidad. Las cifras del Sistema Nacional de Pensiones son escalofriantes: se calcula que más de 800,000 personas afiliadas al sistema estatal dejaría de recibir pensiones, el déficit acumulado en la Organización Nacional Previsional (ONP) se ha disparado de 1,000 millones de soles a 5,000 millones y, según cifras del 2014, el 60% de afiliados a la ONP no aportan regularmente. No hay manera, pues, de mantener el sistema de reparto estatal.
La única posibilidad de reforma del sistema previsional, de cara al futuro, pasa por mantener el sistema de cuentas individuales que son administradas con criterios de mercado. Es decir, una cuenta de aportes individuales administrada por una entidad privada, para la futura jubilación. De allí la importancia de que la Comisión de Alto Nivel analice con detenimiento la manera cómo las normas que permiten al jubilado retirar el 95.5% del fondo acumulado y destinar el 25% para la compra de una primera vivienda han convertido el sistema privado de pensiones en un sistema de ahorro forzoso. Si el jubilado fracasa con el dinero retirado, de alguna manera el Estado tendrá que asistirlo, por solidaridad social.
Otro de los problemas cruciales a abordar en la reforma es la escasa cobertura del sistema previsional. Hoy solo 30% de los peruanos consigue una pensión de jubilación, mientras que los países desarrollados más del 80% es asistido por el sistema previsional. De una u otra manera, aquí un proyecto de reforma se estrella con el hecho de que el 80% de la población laboral es informal. En otras palabras, no hay reforma previsional exitosa si simultáneamente no se eliminan los altos sobrecostos de la legislación laboral peruana, que condenan a la mayoría a la informalidad.
Existen otras ideas interesantes para perfeccionar el Sistema Privado de Pensiones. La fórmula es competencia para bajar las altas comisiones del sistema: que se permita abrir cuentas previsionales en los bancos y cajas de ahorro, que los peruanos puedan elegir una AFP de cualquier país de la Alianza del Pacífico (propuesta de Víctor Andrés García Belaunde) y otras iniciativas orientadas a desarrollar más competencia en la administración de las cuentas individuales.
COMENTARIOS