Michiquillay sigue avanzando

En el norte de Cajamarca se encuentran seis importantes proyectos mineros de cobre, agrupados en lo que se conoce como el “cinturón de cobre del norte”, con una cartera de inversiones que supera los US$ 16,200 millones. Los proyectos son: El Galeno (inversión de US$ 3,500 millones), Conga (US$ 4,800 millones), La Granja (US$ 5,000 millones), Michiquillay (US$ 2,000 millones) y Cañariaco Norte (US$ 1,500 millones). En conjunto, si estos proyectos estuvieran operativos, producirían anualmente 1.5 millones de toneladas métricas de cobre (TMC). Actualmente, la producción anual de cobre en Perú ronda los 2.5 millones de TMC, lo que lo convierte en el segundo mayor productor de cobre del mundo, después de Chile. Si a esa producción se suman las 1.5 millones de TMC de las seis minas del cinturón de cobre del norte el país podría consolidar su posición como uno de los principales productores de cobre del mundo.

La mina Michiquillay, ubicada en la región y provincia de Cajamarca, es el único de esos proyectos que ha iniciado su fase de exploración. Southern Peru, la empresa concesionaria, ha establecido diálogos con las autoridades locales y regionales y las comunidades aledañas al proyecto, con el objetivo de promover programas de desarrollo sostenible en la zona. Gracias a estos diálogos se ha establecido el Fondo Social Michiquillay (FSM), encargado de gestionar y administrar el dinero otorgado por la concesión minera del proyecto.

Michiquillay es un yacimiento que contiene más de 2,200 millones de toneladas métricas de minerales, principalmente cobre, pero también oro, plata y molibdeno en menor cantidad. La inversión requerida para su explotación asciende a aproximadamente US$ 2,500 millones y se espera que, para el año 2028, la producción anual alcance las 225,000 toneladas métricas de cobre (TMC), con una vida útil de más de 25 años. Southern Peru cuenta con todos los permisos necesarios para las actividades de exploración y con un Estudio de Impacto Ambiental aprobado por el Ministerio de Energía y Minas (Minem) en octubre del año pasado. En febrero de este año, la empresa presentó la solicitud de autorización para el inicio de las actividades de explotación.

Michiquillay está llamada a convertirse en una de las minas de cobre más importantes del Perú, generando ingresos para la región de Cajamarca a través de impuestos, canon y regalías mineras. Además, el proyecto impulsará significativamente las oportunidades de negocios y generará miles de puestos de trabajo directos e indirectos. Southern Peru también ha extendido el enfoque en el desarrollo sostenible a la propia operación minera. Para ello la empresa implementará tecnologías y procesos innovadores para minimizar el impacto ambiental y social del proyecto. Por ejemplo, se está utilizando un sistema de transporte de mineral sin camiones, lo que reduce el impacto en la flora y fauna de la zona y disminuye la emisión de gases contaminantes. Además, se están implementando medidas para la gestión adecuada de residuos y para el monitoreo constante de la calidad del agua y del aire en la zona.

El proyecto Michiquillay se presenta como una excelente oportunidad de desarrollo para la región de Cajamarca y para el Perú en su conjunto. Además de generar ingresos y empleos, el proyecto está comprometido con el desarrollo sostenible y el diálogo con las comunidades locales, y con el cumplimiento de todos los requisitos ambientales, sociales y económicos, para que se promueva un desarrollo sostenible a largo plazo. Con la implementación adecuada de proyectos como Michiquillay, el Perú puede consolidar su posición como uno de los principales productores de cobre del mundo, sin descuidar su compromiso con las comunidades locales y el medio ambiente.