Mercantilismo de la leche en contra de pequeños ganaderos

El Decreto Supremo 004-2022, que prohíbe utilizar la leche en polvo importada en la elaboración de leche evaporada, fue promulgado por el Gobierno de Pedro Castillo con el pretendido objetivo de “proteger a los pequeños ganaderos” de los supuestos “abusos de la industria láctea”. Sin embargo, luego de entrar en vigencia en octubre pasado, la mencionada norma se ha convertido en el peor enemigo de las pequeñas unidades productivas, de menos de diez cabezas de ganado.

En este portal se ha definido al mercantilismo como la coalición empresarial –en términos generales– que logra contactos y vínculos con el gobierno y logra hacer pasar una legislación sin considerar el interés de los consumidores y de la mayoría de productores de un determinado sector económico. Y eso es precisamente lo que ha pasado con el absurdo decreto que prohíbe usar leche en polvo en la elaboración de leche evaporada. Un absurdo porque la leche en polvo, según el Codex Alimentarius de la ONU y la FDA de los Estados Unidos (Administración de Alimentos y Medicamentos), se considera leche deshidratada que recupera la casi totalidad de vitaminas, proteínas y grasas cuando se le mezcla con agua.

El mencionado decreto es de naturaleza mercantilista en el fondo, pues pretende establecer un velado control de precios al prohibir utilizar un insumo que, por el contrario, eleva la calidad de la leche para la industria láctea nacional. Y como toda estrategia de control de precios, que contraviene la Constitución y los 22 tratados de libre comercio firmados por el Perú, termina afectando a los consumidores y a la mayoría de los productores de leche fresca.

¿Qué ha sucedido? La Asociación de Ganaderos Lecheros del Perú (Agalep) ha informado que el precio del litro de la leche fresca, en vez de subir, ha comenzado a bajar, no obstante que antes del mencionado decreto los precios no cesaban de subir. Desde el 2021 hasta antes de la indicada norma, por ejemplo, se calcula que el precio del litro de leche fresca subió en alrededor del 25%.

Desde la promulgación del Decreto Supremo 004-2022 la industria láctea no puede utilizar la leche en polvo para estabilizar las diferentes calidades que se produce en el sector ganadero. Como todos sabemos por falta de inversión, equipamiento, tecnología y asesoramiento, los pequeños ganaderos –sobre todo aquellos que cuentan con menos de diez cabezas de ganado– no pueden producir leche fresca de acuerdo con los requerimientos de la industria, que se basan en estándares internacionales. 

Ante semejante situación, los precios de la leche producida por las pequeñas unidades bajan, en tanto que la de los grandes ganaderos se benefician directamente por la escasez artificial del insumo para elaborar leche evaporada que se ha producido. Queda absolutamente demostrado, entonces, que el objetivo del decreto mercantilista era beneficiar a un sector de productores por encima del interés de los consumidores y de la mayoría de los ganaderos. Al respecto se calcula que existen cerca de 400,000 unidades de producción de leche fresca, de las cuales el 86% es pequeña.

La tendencia a la escasez del insumo para elaborar leche evaporada aumentará con la quiebra de los pequeños ganaderos y, sobre todo, por el hecho de que antes del cuestionado decreto la producción nacional de leche fresca solo abastecía el 70% de la demanda nacional, mientras que el 30% restante se atendía con la leche en polvo importada.

En muy poco tiempo el Decreto Supremo 004-2022 no solo destruirá a los pequeños ganaderos, sino que se convertirá en el peor enemigo de los consumidores, sobre todo las madres gestantes y los niños pobres. La escasez de insumos y abastecimiento, más temprano que tarde, elevará el precio de la leche evaporada.

Por todas estas consideraciones, el Ejecutivo y el Congreso deberían derogar el señalado decreto.