Los proyectos antisistema en el Perú, incuestionablemente, se p...
El gobierno pepekausa baja la guardia en la atención en la emergencia
La noticia de que ya son diez las víctimas del dengue en la región Piura y de que habría —según la Dirección de Salud de la región norteña— más de 10,000 personas con síntomas de esta enfermedad es sin duda terrible y alarmante. A ello debemos sumar el pedido clamoroso del gobernador regional, Reynaldo Hilbck, a las autoridades nacionales para que actúen con mayor celeridad y se pueda atender y controlar la crisis epidémica.
No obstante, las malas noticias en la región norteña no terminan allí. Si en los próximos días no se rehabilita la infraestructura hidráulica del Valle de San Lorenzo, afectada por las lluvias y los huaicos de marzo pasado, no se contaría con agua para irrigar alrededor de 45,000 hectáreas de cultivos, poniendo en peligro la agroexportación, además de que 150,000 personas podrían quedarse sin agua potable. Son muchas las noticias aciagas que a diario llegan y que nos llevan a preguntarnos: ¿el gobierno pepekausa ha abandonado el norte peruano?
Desde este portal creemos que, a la luz de la realidad, el Estado y el gobierno pepekausa han bajado la guardia y las revoluciones en la atención y solución de los problemas de miles de damnificados en las regiones del norte. A pesar de que ya se promulgó la Ley de Reconstrucción con Cambio, y que se ha asignado un presupuesto de millones de soles para la reconstrucción, el Estado y el gobierno pepekausa se mueven de forma lenta. Una muestra de ello es que se ha programado que los distritos del Bajo Piura tendrán repuestos los servicios de agua potable, desagüe, transporte y luz eléctrica hacia fines de mayo. Es decir, ¡luego de casi dos meses de sucedidos los desbordes de ríos por las lluvias! ¿Cómo justificar esa lentitud?
Desde el gobierno pepekausa se sostuvo que el gasto de inversión para reconstruir estaría entre US$ 3,000 millones y US$ 6,000 millones. Pues bien, hasta ahora no se ha presentado una línea de base o un diagnóstico de la magnitud del desastre en el norte peruano. Las autoridades del gobierno no han actuado con espíritu de urgencia ante la terrible crisis que se vive en el norte peruano. En lugar de ello, el gobierno pepekausa está inmerso en una confrontación sin sentido contra la mayoría legislativa naranja, sobre temas que son lejanos para los damnificados en las regiones norteñas.
Es obvio que el viejo Estado insensible, burocrático y enmarañado en la tramitología no podrá reconstruir las regiones del norte sin una serie de reformas de segunda generación. De allí que no pueda haber reconstrucción sin un proceso de reformas que pongan al Estado en su punto. Para agilizar este proceso y atender con mayor eficacia las demandas, el Estado debe convocar al sector privado en una alianza que acorte los tiempos de la reconstrucción. Solo una mentalidad ideologizada puede considerar que los burócratas serán los únicos héroes de la reconstrucción, al margen del sector privado y de la sociedad.
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