Lixiviación sin contaminación en Tía María

El movimiento antiminero sostiene falsamente que el proyecto cuprífero Tía María (Arequipa) contaminará el valle de Tambo. Le ha hecho creer a los agricultores, sin un solo argumento técnico valedero, que sus sembríos serán contaminados con el polvo proveniente de la mina y que las aguas del río Tambo serán alcanzadas por substancias tóxicas. La verdad es diferente: el sistema de producción de cobre que usará Southern será mediante oxidación y lixiviación.

La minería convencional extrae los minerales del socavón o del tajo abierto y, mediante procesos físicos (chancado y molienda) y químicos (flotación de celdas), beneficia el material extraído hasta convertirlo en concentrados mineralizados. La técnica de lixiviación consiste en eliminar los procesos físicos y químicos de la minería convencional, siendo el agua uno de los principales ahorros (pues es usada en abundancia en los molinos de barras y de bolas, en las celdas y pozos de flotación).

El proceso de lixiviación consiste en transformar el material extraído de la mina por medio de la acción del oxígeno u oxidante, en ciclos de tiempo largo. Dicho material es depositado en canchas altamente impermeabilizadas, ambientes especialmente acondicionados con geomembranas que impiden cualquier filtración de las soluciones químicas, incluso por intermedio de sensores electrónicos.

Es más, aún cuando existan probabilidades de filtraciones en el proceso por acciones externas, de terceros y de fenómenos naturales, lo recomendable es acondicionar las canchas de lixiviación en zonas desérticas y desoladas. En el caso específico de Tía María, el proyecto prevé la instalación de la cancha de lixiviación a 11 kilómetros del poblado más cercano del valle de Tambo y a 1,050 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.) estando el valle Tambo a 100 m.s.n.m. ¿Dónde está, entonces, el peligro de contaminación del río Tambo con sustancias tóxicas? El proceso de lixiviación es considerado, en todo el mundo, como la técnica más amigable con el medio ambiente, y se ha convertido en tendencia mundial en las inversiones mineras.

Por otro lado, el ambientalismo ideológico, en su afán de proteger a sus auspiciadores mundiales (que no serían otros que especuladores mundiales de cobre), insiste en la contaminación proveniente de los polvos producidos por las voladuras de la mina. Tía María, desde el inicio, ha considerado iniciar las operaciones con un tajo abierto de 150 metros de profundidad. ¿Qué significa esto? Que el polvo producido por las voladuras de mediodía se queden dentro del tajo, sin alcanzar la parte superior y sin llegar a ser afectados por el viento.

Además, por estudios meticulosamente realizados, se ha determinado que los vientos en todo el Perú soplan de sur a norte. La hora con menor presencia de vientos es al mediodía. Por esa razón, los disparos o voladuras se realizarán en alrededor de esa hora, para minimizar el riesgo de que los polvos escapen de la profundidad del tajo. Vale decir que el yacimiento La Tapada, ubicado a 3 km de distancia y a una altura de 350 m.s.n.m. y Tía María a 7.0 km y a 700 m.s.n.m., están localizados a bastante distancia del valle Tambo (100 msnm). Nuevamente, ¿dónde está la contaminación de polvos que inventa la izquierda antiminera?

Southern debe obtener la licencia de construcción de la mina antes de fin de año. El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) tuvo la aprobación de las autoridades y de los pobladores de las zonas de influencia. Sin embargo, los antimineros niegan esa realidad, presionando y amenazando a los pobladores. En reiteradas oportunidades el premier César Villanueva ha indicado que no era posible que habiendo tanta riqueza debajo de la superficie exista pobreza encima de ella. Asimismo, dijo que establecería un Comité de Gestión e Información Minero Energético para “acompañar” a la minera, sustentando el proyecto. ¿Cuándo, señor premier?