Los proyectos antisistema en el Perú, incuestionablemente, se p...
El Programa de Compensaciones para la Competitividad de Agroideas, del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), desarrolla 280 planes de negocio vinculados a la producción de café, cacao, vid, banano coco, arroz, quinua, maíz blanco, miel de abeja, leche, cuyes y ganado vacuno. Para ello un total de S/ 159.6 millones –S/118.1 millones por parte del Estado y S/ 41.5 millones de organizaciones agrarias– han sido destinados a las regiones de Cajamarca, San Martín, Amazonas, Piura y Junín para beneficiar a 11,560 productores, organizados y formalizados en asociaciones de productores.
Con esto, una parte de los 2.2 millones de pequeños productores del país –poseedores de parcelas menores de 5 hectáreas– ingresan al círculo innovador, competitivo y exportador del sector agropecuario. No obstante, todavía existe un largo trecho por delante. La Ley de Promoción Agraria (Ley Nº 27360) aprobada en el Congreso de la República, todavía espera la rúbrica del presidente de la República, Martín Vizcarra, para seguir incorporando más territorios cultivables, generando más inversiones y, sobre todo, más asociaciones dispuestas a producir cultivos exportables.
Por la Ley Nº 27360, las exportaciones agrícolas peruanas crecieron de US$ 800 millones a alrededor de US$ 7,000 millones en 18 años. Asimismo, Perú es considerado en el mundo como proveedor confiable de más de 600 variedades de hortalizas y frutas que cumplen con los protocolos sanitarios más exigentes. Estos resultados obtenidos pueden ser duplicados si el Estado –así como ha decidido desarrollar planes vinculados con el minifundio– decidiera destrabar todos los proyectos hídricos detenidos por razones de tramitología burocrática, de corrupción y políticas contra el sistema de mercado y democracia implementados por un sector de la izquierda peruana y el marxismo (en algunos casos, todas estas razones a la vez).
En las 23 cadenas productivas promovidas por Agroideas participan 7,995 hombres y 3,565 mujeres.Este 45% de la participación de la mujer garantiza el desarrollo social de los poblados rurales. Sin embargo, se necesita agua constante, de calidad y cantidad, todo el año. No obstante la abundancia en el país del recurso hídrico, se desperdicia en los océanos por la falta de represas, diques, reservorios, cochas, tanques e infraestructura de distribución –canales y tuberías– para alcanzar a la mayor parte de productores agropecuarios, así como a otras actividades industriales y para el uso doméstico.
Perú no puede seguir dándose el lujo de estancar su progreso debido a normas y reglamentaciones del siglo pasado. Asimismo, debe imponerse –de una vez por todas– el criterio emprendedor en los funcionarios del Estado. El imperio de la ley y de la Constitución va de la mano con la racionalidad de los funcionarios. Una racionalidad que ta existe en el sector privado.Por ejemplo, la Ley de Promoción Agraria –aprobada en el Congreso, sin su promulgación por parte del presidente de la República– ha comenzado a ser vigente por la acción misma de los inversionistas del campo. Como manda la ley, la empresa Agrícola Cerro Prieto ha decidido incrementar el jornal diario de S/ 36.29 a S/ 39.19. Asimismo, el aumento de gratificaciones de Fiestas Patrias y Navidad —de 10.68% a 16.67%—, de la Compensación por Tiempo de Servicio (CTS) —de 6.36% a 9.72%— y de las vacaciones (de 15 días a 30 días). ¡Cuándo imperará el sentido común el país!
Según se ha estimado, si los nueve proyectos hídricos –entre ellos Chavimochic III, Alto Piura, Majes Siguas II y Paltiture–, la mayor parte de ellos estancados más de 50 años, estuvieran operativos, las exportaciones agrarias peruanas estarían sobre los US$ 10,000 millones. Con estos resultados, el crecimiento del Producto Bruto Interno estaría asegurado y la pobreza rural estaría en los niveles de la costa exportadora. Por ejemplo, Ica con los niveles de pobreza de la población más bajos del país (1.8% - 4.4%) y extrema pobreza de 0.2%.
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