Ubicado en la región Cajamarca, el denominado "cintur&o...
Como reportamos semanas atrás, la hoy ex congresista María Elena Foronda, integrante del Frente Amplio, dirige una organización no gubernamental en el norte peruano, llamada Instituto Natura. Desde esta ONG Foronda está promoviendo una lucha sin cuartel contra las posibles inversiones petroleras a 50 millas de la bahía de Chimbote, y además ha extendido su influencia hacia otras zonas del norte peruano donde existen proyectos y concesiones hidroenergéticas que, de ejecutarse, podrían significar miles de empleos y grandes ingresos para el Estado.
Días atrás hubo una movilización radical ambientalista hasta Sechura y Tumbes, con el objetivo de organizar las protestas contra las posibles inversiones petroleras en el mar norteño. Como se sabe, existe un potencial enorme de recursos petroleros en el mar peruano, sobre todo en las regiones norteñas. Aunque la zona aún está en exploraciones, para determinar la dimensión de los yacimientos, desde la izquierda ambientalista han empezado a desarrollar diversas acciones contra estas inversiones de millones de dólares.
Por ejemplo, el Lote Z-38 está a 32 km de la costa de Tumbes, y su perforación será a una profundidad de 2,994 metros y 362 metros de tirante de agua (profundidad del mar). Solo esta operación demandará una inversión aproximada de US$ 100 millones por parte de las empresas. En el caso de la concesión petrolera del Lote Z64, se sitúa fuera del área de pesca artesanal de Tumbes, que llega hasta las cinco millas marinas frente al litoral del norte peruano. De allí que se haya descartado todo impacto negativo directo contra los pescadores y maricultores de la zona.
No obstante, a pesar de que no existen informes técnicos que indiquen una contaminación en las aguas marinas de Tumbes u otras regiones, el ambientalismo extremo se ha dispuesto a liquidar estas inversiones. Con las inversiones petroleras en el mar norteño la izquierda pretende replicar su estrategia contra la minería moderna, contra la cual desarrolla acciones violentas. En la bahía de Chimbote las oenegés de izquierda y supuestos sindicatos realizan constantemente acciones de oposición a las inversiones petroleras, sobre todo contra los lotes Z-67 y Z-68. Como se sabe el Gobierno ha promulgado los decretos supremos N° 016-2020 EM y N° 017-2020 EM, que autorizan la exploración y explotación en los lotes Z-67 y Z-68, y que dan potestad a Perupetro a suscribir contratos con cualquier empresa para desarrollar la actividad.
De aprobarse el mencionado proyecto petrolero (puede ser entre tres o cinco años) se ejecutaría a 50 millas de la bahía, alejado de las zonas pesqueras, y no representaría peligro para la sostenibilidad de los recursos marinos (como la anchoveta). Entonces de lo que se trata aquí es de una oposición ideológica contra las inversiones, en un momento en que la crisis sanitaria –producida por la Covid-19 y por la deficiencias del Gobierno vizcarrista– han provocado un retroceso del PBI pocas veces visto. Por supuesto, si no existe una batalla ideológica sobre las inversiones en petróleo y gas será muy difícil superar todas esas leyendas y mentiras de la izquierda, y la crisis económica seguirá agravándose.
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