Los proyectos antisistema en el Perú, incuestionablemente, se p...
Un comunicado de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap) señala que se han alcanzado nuevos récords de exportaciones agrícolas. En el caso de los arándanos, se llegó a US$ 733 millones en 2019, 64% más respecto a 2018. Según Agap, la palta Hass sigue liderando la lista de exportaciones con US$ 743 millones, 2.8% de incremento respecto a 2018. Y continúan en ascenso la uva, con US$ 599 millones (28% de crecimiento), y los cítricos, con US$ 205 millones (3% de crecimiento).
Las exportaciones del subsector frutas alcanzaron US$ 2,739 millones, un crecimiento total de 17.3% respecto a 2018. Por su lado, los envíos al exterior del subsector hortalizas alcanzaron US$ 475 millones (12.57% mayor), destacando espárragos (US$ 349 millones), cebollas (US$ 76 millones), arvejas (US$ 30 millones) y ajos (US$ 14 millones). Norteamérica, Europa y Asia siguen siendo los principales mercados.
El ritmo de crecimiento del sector agroexportador, gracias a la Ley de Promoción Agraria (Ley Nº 27360), continúa en ascenso y ya es el segundo sector exportador del país. Según Agap, a noviembre del 2019, el crecimiento total fue 7%, con un monto de US$ 6,130 millones. Por el Decreto de Urgencia (DU) 043-2019, del 28 de diciembre pasado, el Ejecutivo de Martín Vizcarra modifica la Ley de Promoción Agraria, ampliando su vigencia 10 años más, hasta el 31 de diciembre de 2031.
El DU actualiza la remuneración diaria (RD) de los trabajadores, no menor a S/39.19 por más de cuatro horas diarias (en promedio). La RD incluye remuneración básica, gratificaciones y compensación por tiempo de servicios (CTS). Asimismo, el DU amplía el tiempo de vacaciones de 15 a 30 días, y modifica el aporte por parte de las empresas a EsSalud, de manera escalonada: 6% a partir de la fecha y con reajustes al 7% desde el 1º de enero 2025, 8% desde 1º de enero de 2027 y 9% a partir de 2029.
No obstante este aporte del Ejecutivo, la tarea en el campo es aún grande. Proveer agua para ampliar los campos de cultivo es el gran reto, así como la construcción de reservorios y canales de conducción de agua, y la extracción de agua subterránea, abundante en el país. Resulta imprescindible destrabar los proyectos hídricos Majes Siguas II (Arequipa), Alto Piura, Paltiture (Puno) y entre otros, Chavimochic III (La Libertad).
Sin embargo, el mayor esfuerzo nacional debe ser organizar a los productores del campo e incentivar la producción de productos exportables a gran escala. En este contexto, otros sectores productivos vinculados a la zona andina hacen su tarea, de manera responsable con las comunidades. Por ejemplo, la Asociación de Pequeños Productores de San Pedro de Querque, (en Caylloma, Arequipa), ha comenzado a exportar orégano a Europa. El proyecto minero Zafranal, por medio de Priority Solutions, ha logrado el primer envío de 11,000 kilogramos de orégano, sin intermediarios, desde la zona franca de Tacna. Con esta operación de producción y exportación se han beneficiado 30 familias arequipeñas de la comunidad de Querque. Tras el primer resultado obtenido, el proyecto pretende ampliar las 24.9 hectáreas de sembríos de orégano.
Por la Ley de Promoción Agraria, la producción de frutas y hortalizas se ha diversificado como nunca: 600 productos compitiendo en los mercados internacionales más exigentes. Asimismo, se está impulsando la ampliación de territorios cultivables. Según el informe “Perú. Nota de Análisis Sectorial - Agricultura y Desarrollo Rural”, de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), la costa agroexportadora peruana aporta el 76% del Producto Bruto Interno. No obstante, en la sierra predomina la producción de subsistencia, por las limitaciones de comunicaciones, transporte, seguridad jurídica e ideas sobre asociatividad. El informe destaca el desempeño del sector agropecuario peruano: las exportaciones agropecuarias pasaron de US$ 294 millones en 1990 a US$ 1,124 millones en 2004. Resultados obtenidos –entre otros factores vinculados al desarrollo de la infraestructura nacional– por el capítulo económico de la Constitución de 1993 y la Ley de Promoción Agraria.
El informe señala también el excesivo fraccionamiento del campo y la débil articulación con los mercados locales e internacionales. A eso se suma a la baja productividad, el excesivo consumo de agua por parte de los productores por carecer de tecnología de riego, la pobre calidad de los productos y los subsidios, que alteran los costos de producción y venta. No obstante, proyectos como Sierra y Selva Exportadora y Agroideas logran resultados importantes que deben replicarse en el vasto sector agrícola.
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