Los proyectos antisistema en el Perú, incuestionablemente, se p...
En medio de la pandemia mundial, la agroexportación peruana sigue avanzando. Hoy, por ejemplo, nuestro país se ha convertido en el segundo exportador a nivel mundial del llamado “oro verde”: la palta. Se calcula que este año, no obstante la crisis sanitaria y la recesión mundial, las exportaciones de palta Hass sumarán alrededor de 361,000 toneladas; es decir, 25% más que los envíos del 2019. Una de las razones del incremento de nuestras exportaciones es que Corea del Sur se ha convertido en un nuevo mercado, sumándose a los envíos regulares a Estados Unidos y Europa.
De otro lado nuestros productores nacionales incrementan la productividad de los cultivos: si antes se producían 18 toneladas anuales por hectárea, hoy se produce más de 24. Pero no solo se trata del milagro de la palta. Las agroexportaciones totales de este año sumarán US$ 8,000 millones; un incremento superior al 6% con respecto al año pasado. Cuando hay productividad y competitividad en la producción de alimentos, entonces no hay pandemia ni recesión que detenga el crecimiento.
¿Cómo se explica el crecimiento del sector agroexportador en esta situación tan complicada? La única respuesta está en la nueva Carta Política, que liberalizó el mercado de tierras posibilitando el regreso de los capitales al campo; y en la Ley N° 27360, también llamada Ley de Promoción Agraria. Esta norma, promulgada hace tres décadas, establece regímenes tributarios y laborales especiales para esta actividad. Por ejemplo, los inversionistas agrarios solo pagan el 15% del impuesto a la renta, y se considera la devolución del IGV y la depreciación por 20% en inversiones hidráulicas.
Algunos congresistas comunistas señalan que por esta ley el Estado deja de recaudar impuestos. ¿Saben acaso cuánto gana el Estado por renta con exportaciones de US$ 8,000 millones? Locura total. De otro lado, este régimen es la única explicación para que, no obstante que el 2019 las empresas repartieron utilidades por el orden de US$ 22,000 millones, el sector agroexportador fuera el único que siguió reinvirtiendo a todo trapo.
De otro lado, la Ley N° 27360 establece un régimen flexible para contratar y despedir de acuerdo a la estacionalidad agraria: siembra, cosecha y mantenimiento. El resultado: una impresionante reducción de pobreza en las zonas agroexportadoras, pleno empleo en Ica y otras regiones, y salarios largamente por encima del mínimo vital. Asimismo, otro de los mitos que crean los comunistas contra el sector agroexportador es que solo se trata de grandes inversiones. Falso de principio a fin. Según los datos del Sistema Integrado de Comercio Exterior del Perú, actualmente más de un tercio (35%) de las empresas agroexportadoras son entre medianas y pequeñas.
Cabe indicar que en el esfuerzo de integrar a los pequeños y medianos agricultores en una cadena altamente competitiva también intervino el Estado, a través de sus programas nacionales de productividad. Hoy, por ejemplo, en regiones como Ayacucho, y gracias a créditos estatales, los pequeños productores han logrado que el precio de venta pase de S/ 1.50 soles el kilo de palta a S/ 3.00 soles el kilo. Además ahora se vende directamente a los mayoristas de Lima.
Quizá valga poner otro ejemplo. Agro Rural y Sierra y Selva Exportadora convocaron, semanas atrás, a más de 40 productores de palta (en las variedades Hass y fuerte), provenientes de Apurímac, Ayacucho, Huancavelica, Ica, Junín, La Libertad y Lima, con la finalidad de promover el acceso a nuevos mercados. En su conjunto, todos los productores participantes tienen una oferta de producción de más de 5,000 toneladas de palta por campaña, lo que permitirá responder a las nuevas exigencias de los mercados, sobre todo internacionales.
El presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Alejandro Fuentes, indica que en algunas regiones –como Ayacucho, Áncash o Moquegua– ya se han sumado a esos esfuerzos diversas iniciativas público privadas. En estas regiones la agricultura estaba enfocada tradicionalmente en pequeños productores cuya cartera estaba destinada solo al mercado local –como en el maíz, la papa y la alfalfa– que evidentemente era poco rentable.
Lo que existe ahora, entonces, es un “milagro verde”, un milagro agroexportador. Según algunas cifras, alrededor de 1,800 productores de paltas, medianos y pequeños, ya se han sumado a la cadena agroexportadora. Sin duda, la revolución del agro es principalmente para la pequeña y mediana producción gracias a la Ley de Promoción Agraria.
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