El Perú, en términos institucionales y económicos...
Un reporte de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (Agap), señala que de las exportaciones de frutas y hortalizas frescas crecieron 12% en enero pasado (en comparación con el mismo mes del año pasado), destacando la exportación de espárragos.
Según el reporte, el total de las exportaciones agrícolas alcanzó US$ 521 millones en el indicado mes. La exportación de hortalizas creció 20%, de US$ 47 millones en enero de 2019 a US$ 57 millones en enero de este año. En ese total US$ 45 millones corresponden a la venta de espárragos, US$ 8 millones a la cebolla y US$ 3 millones al ajo. Los principales destinos de los envíos peruanos fueron Norteamérica, Europa y Sudamérica.
En este esfuerzo compartido del sector agroexportador destacan las regiones de La Libertad, con US$ 23 millones en hortalizas exportadas; Ica con US$ 22 millones, Lima con US$ 5 millones, Lambayeque con US$ 3 millones y Arequipa con US$ 2 millones. Por su parte, los envíos de las frutas crecieron 11% en enero del 2020 respecto a enero del año pasado, destacando la uva, seguido del mango, arándanos, banano y palta, provenientes de Ica, Piura, La Libertad, Lambayeque y Áncash, regiones dedicadas ampliamente a la agricultura exportadora. Cualquiera sea el ángulo de análisis, los resultados en la agroexportación siguen para arriba.
En menos de 20 años, mediante la Ley de Promoción Agraria (Ley N° 27360), el agro nacional se ha convertido en fuente de empleo, bienestar, reducción de pobreza y divisas para el Estado. La productividad del agro sería increíblemente superior si el agua, el principal recurso de los agricultores, estuviera a disposición durante todo el año. Lamentablemente, el agua termina desperdiciándose en el mar por la falta de diques, reservorios, cochas y otras formas de almacenamiento.
Increíblemente este recurso abunda en el Perú y no es aprovechado como debería ser. Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), en la vertiente del Pacífico, solo se utiliza el 1.8% de la disponibilidad de agua. El resto del agua de los ríos termina en el mar. Al respecto vale destacar que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indica que Perú ocupa el octavo lugar –después de Brasil, Rusia, Estados Unidos, Canadá, China, Colombia e Indonesia– en potencial de recursos hídricos.
La incapacidad para cosechar y aprovechar los recursos hídricos se explica por la poca formación técnica y de gestión de las autoridades del Ejecutivo y de las regiones. Asimismo, por la normatividad que impide que prosperen las inversiones privadas para cosechar el agua que, como todo bien, tiene un precio. Y si a esto le sumamos el permanente bloqueo de los proyectos hídricos por las izquierdas, entonces, las cosas se explican.
Los supuestos frentes de defensa, organizados por el comunismo y la izquierda peruana con fines políticos, generan conflictos territoriales artificiales y, curiosamente, exacerban posiciones regionalistas como la del ex gobernador regional de Puno, Walter Aduviri, quien señaló lo siguiente: “Paltiture no va, el agua es de Puno y aquí se queda”.
Según distintos gremios vinculados al sector agrícola, si los proyectos de agua en desarrollo estuvieran listos, más de 100,000 nuevas hectáreas se incorporarían a la siembra de 600 variedades de frutas y hortalizas de exportación. Asimismo, caerían los niveles de informalidad en el campo y surgirían nuevos sectores rurales de clase media. Cerca de US$ 5,000 millones en inversiones estarían disponibles para habilitar nuevos territorios cultivables. Sin embargo, esto no es posible por la paralización de importantes proyectos de riego como Olmos en Lambayeque, Chavimochic III en La Libertad, Alto Piura en Piura, Chinecas en Áncash y Majes Siguas II en Arequipa.
En agosto de 2018 Gustavo Mostajo, ex ministro del sector Agricultura (Minagri), anunció la ejecución de 102 proyectos relacionados con sistemas de regadío. Son S/ 717 millones de inversión para ser ejecutados por intermedios de los mecanismos de financiamiento Obras por Impuestos (OxI) y Asociación Público Privada (APP). En el presente quinquenio, cinco han sido los ministros de Agricultura. Una de ellas, Fabiola Muñoz, anunció que durante su gestión resolvería la paralización de los proyectos hídricos. Pero hasta hoy, no se oye nada padre.
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