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El año que está por terminar ha sido bueno para la narrativa peruana. Hubo numerosas novelas y libros de cuentos que captaron el interés de la crítica. Como primera parte de nuestro recuento literario anual, presentamos una lista de los cinco libros más destacados comentados en las páginas de elmontonero.pe.
1. Esta casa vacía. La tercera novela de Marco García Falcón (Lima, 1970) representó un salto cualitativo dentro de su obra. Es la historia de un escritor, pero enfocada más en sus problemas personales y en sus difíciles relaciones con su esposa y su hijo, de ahí el título de la novela. Es destacable cómo García Falcón puede contarnos una historia terrible y trágica con un lenguaje amable, claro y armonioso. Incluso los sucesos violentos son presentados de una manera sobria y sin estridencias. Y esto gracias al carácter del protagonista, sumamente racional y complejo; y también al buen manejo de la trama, con elipsis y significativas omisiones.
2. La procesión infinita. Tras el éxito internacional de Bioy (2012), Diego Trelles nos entregó este amplio relato que abarca veinte 20 años en la vida de tres estudiantes de la Universidad Católica de los años noventa y cuyas vidas están marcadas por la violencia política y los excesos de la dictadura fujimorista. Trelles hace un gran despliegue de recursos narrativos, desde el tradicional narrador omnisciente hasta largos monólogos de los personajes en los que se recrea, literariamente y con eficacia, el habla de los jóvenes limeños “universitarios”, con su propia jerga y peculiar sentido del humor. Un valioso retrato de la vida de los limeños de clase alta en las últimas décadas.
3. Aquí no hay icebergs. Diversos elementos parecen conjugarse en el libro de cuentos de Katya Adaui (Lima, 1977). En primer lugar, su paso por la Maestría de Escritura Creativa en una universidad argentina, la experiencia psicoanalítica y la temática de la familia, dominante en toda su obra. Por ello los doce relatos aquí reunidos parecen hurgar entre los más recónditos recuerdos familiares, a la vez que la autora va experimentando con diversas técnicas narrativas y recursos retóricos. El resultado es un libro original que conmueve a los lectores por el dramatismo, la densidad psicológica de los personajes y lo arriesgado de la propuesta literaria.
4. La noche sin ventanas. La tercera novela de Raúl Tola cuenta, en paralelo, la historia de dos peruanos que vivieron (en la propia Europa), la Segunda Guerra Mundial. El primero es el escritor y diplomático Francisco García Calderón, uno de los más importantes integrantes de la llamada “generación del novecientos”. El segundo es Madeleine Truel, peruana que emigró a París durante la ocupación nazi y se convirtió en una activista opositora. Es una extensa y ambiciosa novela (más de 400 páginas), con un minucioso trabajo de investigación y documentación, y en la que su autor demuestra mucho oficio para reconstruir y narrar historias reales.
5. El japonés Fukuhara. Los cinco cuentos de Selenco Vega Jácome (Lima, 1971) reunidos en este libro tiene una similar dinámica narrativa: la historia de la relación de dos personajes muy cercanos (parientes o amigos íntimos), que de alguna manera se han distanciado y que, a partir de una serie de revelaciones, vuelven a encontrarse y a reconciliarse. Lo fascinante del libro es que a partir de este esquema, y cambiando la naturaleza de los personajes, se logran relatos muy diferentes, todos ellos de muy buena factura literaria. Destaca el cuento que da título al libro, centrado en dos momentos claves para la comunidad japonesa en Lima.
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