Arturo Valverde
Ya lo había leído antes
La búsqueda de la verdad, a través de los hechos o la ficción
El pasado 31 de agosto el escritor peruano Julio Ramón Ribeyro habría cumplido 90 años de vida. Admiradores y familiares del cuentista organizaron algunas actividades en homenaje del autor de cuentos emblemáticos, como “Al pie del acantilado”, que empieza: “Nosotros somos como la higuerilla, como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escarpados. Véanla cómo crece en el arenal, sobre el canto rodado, en las acequias sin riego, en el desmonte, alrededor de los muladares. Ella no pide favores a nadie, pide tan sólo un pedazo de espacio para sobrevivir. No le dan tregua el sol ni la sal de los vientos del mar, la pisan los hombres y los tractores, pero la higuerilla sigue creciendo, propagándose, alimentándose de piedras y de basura. Por eso digo que somos como la higuerilla, nosotros, la gente del pueblo".
Mario Vargas Llosa acuñó una frase que se hizo muy popular, y que incluso ha sido usada hasta el hartazgo por algunos, para crear una especie de filosofía o discusión al respecto: ¿En qué momento se jodió el Perú? Luis Guillermo Lumbreras, Washington Delgado, Manuel Burga, Luís Felipe Alarco, Javier Mariátegui, José Tola Pasquel, Uriel García Cáceres, Alberto Tauro del Pino, César Lévano, Javier Pulgar Vidal y otros, hasta hicieron un libro de ensayos tratando de responder a esa interrogante.
No intento hacer ningún paralelo entre ambos escritores. Pienso que, el periodista así como el novelista o el cuentista, ambos –parafraseando a Norman Mailer– buscan la verdad a su manera. Uno busca la verdad a través de los hechos y el otro desde la ficción. Algunos intentan mostrarnos el Perú a través de sus novelas, cuentos y más. Otros, desde las noticias, el ensayo. ¿Recuerdan todo lo que se decía y escribía sobre los años ochenta? Así como anda nuestro país, parece que hubiéramos vuelto a los ochenta: pobreza, desnutrición infantil, delincuencia, trochas, bebés muertos, antiminería, ateísmo, etc. ¡El apocalipsis caviar!
La izquierda comunista se ha encargado en gran parte de que los peruanos sientan que el país ha retrocedido 30 años en su historia. Ellos con la creación de falsos valores para la juventud –revisen la encuesta del Poder 2019 de Ipsos– nos imponen a quienes leer y escuchar. Prefiero leer a los impopulares, seguir a los indeseables o escuchar a los mudos.
¿Qué queremos los peruanos de este país? ¿Hacia dónde queremos ir? Vivimos una especie de democracia en la que unos pueden decir lo que quieren sin fundamento y le llaman libertad de expresión; pero si otros se atreven a hacer lo mismo es agravio y difamación. Una democracia en la que debes probar tu inocencia, en lugar de que sean tus acusadores quienes prueben antes tu culpabilidad.
El adelanto de las elecciones no va a solucionar nada de esto. Tampoco el cierre del Congreso, ni la refundación de la patria, ni las encuestas de poder, ni un millón de cartas a Santa Rosa de Lima. Aquí el problema es la ignorancia de nuestra gente. Tenemos que ponernos a leer. Empecemos con los cuentos de Ribeyro. Quizás al final les pase lo mismo que me ocurre a mí como lector, cuando me preguntan cómo veo mi país, y les respondo: me parece que esto lo he leído antes.
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