María Cecilia Villegas
¿Y si marchamos por derechos de la mujer?
Se calcula que en el Perú se practican 66 abortos por cada 100 embarazos.
A nivel mundial solo en el 2013, unas 300,000 mujeres murieron por causas relacionadas con el embarazo y el parto. En el Perú, la mortalidad materna es: 93 por 100,000 nacidos vivos, esto es, de cada 100,000 partos, 93 madres mueren. Para darle una perspectiva regional, en Chile es 22 y en Uruguay 14 por 100,000. Se calcula que en el Perú ocurren 66 abortos por cada 100 embarazos. Y sin embargo, preferimos salir a marchar por la vida en lugar de discutir el tema. Y por supuesto preferimos cuestionar la moralidad y principios de aquel que lo ponga sobre la mesa.
El aborto es ilegal y el tema está zanjado. Pero lo cierto es que existe y es la tercera causa de muerte materna y de morbilidad materna. Ello debido a que la ilegalidad genera redes clandestinas y las mujeres que se someten a abortos lo hacen en condiciones insalubres que ponen en riesgo su vida. La OMS calcula que el 98% de los abortos inseguros ocurren en países donde abortar es ilegal. Las cifras del aborto inseguro y sus consecuencias son consideradas una epidemia silenciosa.
El aborto es producto de un embarazo no deseado. Para evitar el elevado número de estos embarazos se necesita programas de planificación familiar (PF) que provean a las mujeres pobres de información, educación y de una amplia gama de métodos anticonceptivos (MAC). Si una mujer tiene la capacidad de planificar el número de hijos que tendrá, se reducirá el número de embarazos no deseados y con ello el de abortos. El aborto NO es un MAC. Es un acto desesperado.
De acuerdo al INEI, solo el 51% de mujeres en edad fértil y en unión usa un MAC moderno. A mayor nivel educativo y mayor capacidad económica, aumenta su uso. Los programas de PF buscan empoderar a las mujeres y permitirles decidir cuántos hijos quieren tener y cuándo tenerlos. Proveen información, educación y acceso a MACs. Su uso debe depender de la decisión libre e informada de cada mujer.
La evidencia empírica demuestra que la reducción de la fertilidad está asociada con una mejora en la salud de las mujeres, disminución de la mortalidad materna e infantil, más años de escolaridad y educación de las mujeres así como de oportunidades laborales y mejoras en la educación, nutrición y salud de sus hijos. Además, existe correlación entre la reducción de la fertilidad y la mejora de las condiciones socioeconómicas de la familia. Para reducir la pobreza, se necesita que las mujeres accedan a programas de PF ya que es imposible escapar de aquella con altas tasas de fertilidad.
Un problema adicional es el embarazo adolescente. Actualmente el 14% de adolescentes peruanas son madres o están embarazadas. Una adolescente embarazada tendrá más probabilidades de abandonar el colegio, limitando su acceso a la educación, a un trabajo formal y con ello sus posibilidades de escapar de la pobreza. Es además un problema de salud pública ya que una adolescente no está físicamente preparada para enfrentar el embarazo y parto, por ello la mortalidad materna en adolescentes es mucho mayor. Sin embargo, solo el 32% de las adolescentes sexualmente activas usa algún MAC. Así que la próxima vez que quiera salir a marchar, piense bien porque lo hará.
Por Ana Luisa Guerrero
26 - Mar - 2015
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