Iván Arenas
¡Vizcarrey! El reinado efímero
Su aprobación ya supera el 60%
Lo del domingo último fue un plebiscito. Me refiero al referéndum, esa abstracción compleja y completa, con una mayoría de peruanos que no sabía qué estaba votando. Pero eso no importó. Ganó el Gobierno y ganó Vizcarra. En la ciencia política se suele decir que el poder descansa en la legitimidad. Y vaya que el poder de Vizcarra se ha legitimado. Dicen varios analistas que lo del domingo fue también una elección encubierta. Se eligió a Vizcarra como presidente, por eso se dice que el referéndum fue plebiscitario.
En la práctica Vizcarra ya no es, como dice —con saña y ponzoña— Alan García, “un encargado de la presidencia”. Vizcarra hoy es más que eso, es un rey, con todo el poder y la legitimidad para reinar y gobernar. "Nosotros elegimos a un rey por cuatro años" dijo el asesor de un presidente norteamericano. Nuestro semipresidencialismo se ha transformado en un reinado.
Pero en política no hay win to win, hay suma cero. Esto no es economía. Aquí se pierde y se gana. Si Vizcarra ganó, entonces ¿quién o quiénes perdieron? Todo el arco opositor a Vizcarra. El fujimorismo, en mayor medida, el Apra también. Negar lo anterior sería solo una locura. Hoy Vizcarra tiene el absoluto control de la agenda política.
Asumir que todo será mejor después de los resultados del referéndum sería una torpeza y miopía política. Si en tiendas naranjas y apristas creen que la guerra política se acabó con una victoria holgada de Vizcarra, eso solo reafirmaría lo que muchos pensamos: que el olfato político se ha desgastado tanto en Fuerza Popular como en el Apra.
Es momento de reconocer que Vizcarra y sus equipo de asesores (se dice que todos son ex marxistas) han ganado por mucho la partida a la oposición. Uno puede odiar a Vizcarra, pero no puede soslayar que sus asesores lo han llevado a reeditar eso de que el fin justifica los medios. Un presidente sin bancada (porque PPK es un grupo circunstancial) ha logrado aplastar a una oposición mayoritaria
Analizar a Vizcarra y examinar el poder y la legitimidad que hoy detenta es adentrarse a varias aproximaciones y verdades. Hoy, sin temor a equivocarnos, decimos que una verdad más grande que una catedral es que sin los grandes medios tradicionales (sus columnistas y sus periodistas) Vizcarra no tendría tal poder y tal legitimidad.
En este mundo de imágenes, de fake news no interesa la verdad (en serio ¡ya no interesa!). En todo caso, la verdad es construida desde los medios de comunicación. Estos grandes medios tradicionales llevan de las narices a la mayoría de peruanos, que al parecer están hipnotizados con la razia anticorrupción y las campañitas mediáticas de buenos contra malos. Por supuesto que los malos son toda la oposición.
Mientras el pueblo llano aplaude las puestas en escena, las encuestas nos dicen que la aprobación de Vizcarra supera el 60% (en promedio). ¿Cómo un presidente puede obtener semejante cifra de aprobación si los problemas del Perú no han cambiado de un año a otro? La única respuesta que es los medios proclamaron a un rey. No obstante, el reinado podría ser efímero.
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