Raúl Mendoza Cánepa
Usted podría ser Presidente
Nadie sabe quién gobernará el país en el 2021
Alberto Fujimori tenía 52 años en 1990. En 1984 había sido elegido Rector de la Universidad Agraria (hasta 1989) y disputaba un lugar por la Presidencia. Era de aquellos destinados al rubro “otros”. Lo más visible para el limeño era el cartel de bajada de playa en el que un chinito desconocido ofrecía honradez, tecnología y trabajo (tamaña insolencia). Pero para tocar el trono no hay lógica ni edad. El uruguayo José Mujica alcanzó la Presidencia en sus setenta, la hizo en el Congreso ya sexagenario y las previas solo fueron correrías. Volviendo a Fujimori, podía decir cuando soplaba la vela 50 de su torta que su destino era la jubilación; pero era solo el inicio, para bien y para mal. Treinta años después su apellido suena.
Grandes como Haya o Bedoya la tuvieron cerca. Otros terquearon desde su curul por décadas para no ser presidenciables. Nadie pensaría en los noventa que ese economista de cinco minutos de entrevistas, de rasgos andinos y sin vocación política conocida, sería presidente. Sí, Alejandro Toledo. ¿Creyó usted en el 2000 que Ollanta Humala, el milico alzado de Locumba, llegaría a ser Presidente? ¿Sabía quién era Julio Guzmán hace nueve años cuando fue designado viceministro de MYPE e Industria del Ministerio de la Producción? No era la mejor forma de hacerse un camino presidencial, pero cuatro años después todos hablaban de él y pudo ocupar Palacio en 2016 si el JNE no se interponía. ¿Cómo escaló?
Muchos hay que han perseguido las puertas de Palacio haciéndola larga en la carrera política, formándose, ejerciendo de congresistas, ministros o alcaldes, lubricando su oratoria y sumando diplomas solo para quedarse en el camino. Pero un gobernante en el Perú es una suerte de ungido de Dios. Nadie sabe quién gobernará (solo Dios), como nadie pudo imaginar hace cinco años que el ex presidente de una pequeña región del sur del país (Moquegua) llegaría a ocupar la silla de Pizarro. Vizcarra fue invitado, dicen, para darle visos de mixtura a una plancha blanca, demasiado nice. Los fujimoristas en el Congreso creyeron que vacar a PPK era un juego de poder del que saldrían victoriosos, pero fabricaron a Vizcarra sin saber que Vizcarra no es PPK. Fácil preguntarse si entre el 2008 y el 2009, el entonces desconocido decano del Colegio de Ingenieros de Moquegua pensó un instante que diez años adelante recibiría una llamada de Intralot, o más bien de un emisario de PPK que lo invitaba a unirse a una plancha que tampoco tenía mucha oportunidad.
Urresti no era conocido hasta que fue llamado por el gobierno de Humala para hacerla de ministro del Interior. No se sabe de sus logros (¿o se siente usted más seguro?). Mediático en redes y calle, ¿quién recuerda cuando sostuvo una discusión con el abogado de Abimael Guzmán, Manuel Fajardo, frente a cámaras? Aún con juicios, pero con capacidad expositiva, enganchó con los distritos más poblados de Lima. ¿Y Acuña? No lo descarte, plata manda, tiene dominio de regiones y distritos. Si le roba Lima a Urresti se acabaron los chistes.
Salvador del Solar lidera las encuestas. Cuando lo vio en pantalla, usted no imaginó que sería ministro, que subiría a la PCM, que tiraría las trancas del Congreso y que estaría a un paso de…. No se apure, recuerden que nadie dio un centavo por el Frepap el día antes de la elección. Si no aprendió, no descarte. Si la derecha provida ofrece un candidato de polendas, si aparece un liberal, un nuevo rojo, solo si el destino lo dice entonces así será. Andrés Hurtado (cuyo apelativo odia con razón), con quinto de primaria, trabado por las circunstancias; véalo si no en la entrevista que le hace Milagros Leiva, “Vida y milagros”. Podría ser lo que dice que será con tanta seguridad.
¿Y usted no ha pensado en lanzarse?
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