Franco Germaná Inga
Ñuqanchik
Cumpliendo el sueño del Estado cohesionado.
Érase una vez un país de varias naciones… Ojalá esas sean las palabras que se utilicen para narrar la historia del Perú en el bicentenario. Una historia que describa cómo antes de siquiera ser un país nuestros pueblos —con culturas milenarias pero disímiles— tuvieron esplendor; y cómo luego fundamos un Imperio desde nuestras tierras, que gobernó gran parte de Sudamérica, y cómo domesticamos alimentos que ahora son parte de la dieta mundial, aunque luego fuimos conquistados por una potencia extranjera. Que cuente cómo estar sometidos nos inspiró para rebelarnos heroicamente y convertirnos en un Estado independiente que agrupó a varias culturas, aunque no las supo integrar; cómo sobrevivimos guerras, terrorismo y demás momentos duros. Una historia que narre cómo siempre pusimos el pecho en los momentos difíciles, pero siempre estuvimos divididos, hasta que a vísperas de cumplir 200 años de existencia republicana dimos un gran paso para convertirnos de un país de varias naciones en un verdadero Estado cohesionado.
Con ese ideal, la semana pasada se estrenó en TV Perú “Ñuqanchik” (Nosotros), el primer noticiero en quechua. Este hecho es tan relevante que dio la vuelta al mundo: lo cubrió la BBC, CNN, el diario El País, entre otros. Quizás no nos demos cuenta, pero la importancia de tener un noticiero como este es crucial. En el Perú más de tres millones de personas hablan alguna variedad del quechua, y muchas de ellas incluso lo hablan como lengua única.
Para poner las cosas en perspectiva, imagínense que ustedes como peruanos promedio, solo hablan español, pero todas las noticias y servicios estatales están en alemán. Su confusión sería total, se sentirían frustrados, discriminados; tratarían de aprender el idioma, pero tendrían más dificultades que los hablantes nativos. Lo mismo pasa con los quechuahablantes. Por ende, solo iniciativas como la de tener un noticiero no son suficientes, se deben tener servicios estatales en quechua.
Por ejemplo, iniciativas como la del Consejo Nacional de la Magistratura de nombrar a jueces quechuahablantes es loable y debe ser replicada. Pero no nos olvidemos de que el quechua es solo una de las 47 lenguas nativas que tenemos en el Perú. Nunca faltará quien diga que es un gasto innecesario, pero hay que ser ingeniosos al respecto. Es evidente que todas las funciones estatales no se traducirán en 47 idiomas, solo se deberían traducir y contar con personal capacitado por lo menos en los servicios básicos del Estado en los lugares en donde se hablen mayoritariamente estos idiomas. Esto hará que las personas que los hablen no sean discriminadas y sean tratadas como iguales.
Por estas razones es imperativo que no perdamos tiempo en diferencias banales. Peruano, peruana, recuerda siempre nuestra pluralidad cultural. Estés donde estés, ya sea en la costa, sierra o selva; norte, centro o sur; seas pobre, de clase media o rico; seas blanco, cholo, negro, indio o nativo; creyente o ateo; de derecha o izquierda; gay o heterosexual. Recuerda siempre que en el Perú esa pluralidad es nuestra unidad.
Por mi parte y para ser consecuente, desde septiembre de este año he empezado clases de Quechua en una universidad nacional.
"Chaymantañataq Estado wiñaypaq hukllacharqun. Chayllam". (… Y el Estado se unió para siempre. Fin).
Franco Germaná Inga
@FrancoGermana
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