¡Un pegalón en libertad!

El Perú entero lo vio agrediendo desnudo a una mujer

De espanto. La Corte Superior de Ayacucho dejó en libertad  a Adriano Pozo Arias, a quien sentenció a solo un año de prisión suspendida y al pago de 5,000 soles de reparación por golpear de forma salvaje a Cindy Contreras, quien fue su enamorada . El fallo de los jueces desestimó el pedido de la fiscalía local, que acusaba de intento de violación y feminicidio a Pozo Arias. Segùn indica la resolución judicial “no había pruebas suficientes” para acusar al pegalón. Qué tal estupidez, ¿no?

La decisión de la sala presidida nada menos que por una mujer, María Pacheco Neyra, e integrada también por Nazario Turpo Coapaza y Edgar Sauñe de la Cruz,  resulta inexplicable desde todo punto de vista. En las grabaciones de las cámaras del lugar donde ocurrió  la salvaje golpiza, el Perú entero vio a un loco desnudo que de forma brutal intenta llevar a una mujer indefensa a su dormitorio con la intención de violarla y, según el testimonio de la víctima, de asesinarla.

Que la sala judicial en mención deje en la calle a un pegalón ha despertado una ola de indignación en la opinión pública, ya que el fallo puede ser cualquier cosa menos de justicia. Según palabras de la víctima, detrás de esa aberración judicial (léase sentencia) habría una relación estrecha de amistad entre el padre del pegalón (un regidor de la comuna ayacuchana), y la señora jueza Pacheco Neyra. De confirmarse tamaña denuncia, estaríamos entonces nuevamente ante una práctica “natural” de impartir justicia en nuestro país: solo quien tiene dinero, relaciones y poder puede obtener justicia de parte de las instituciones respectivas. Quien no tiene dinero, influencias ni amistad con algún juez o fiscal, caballero, debe esperar que el ser divino (si existe) haga lo suyo.

Si de algo estamos seguros es que será difícil que este país logre el nivel de instituciones de países del primer mundo. Allá funciona algo que este país desconoce, porque simplemente en nuestro idioma no existe: “the rules of law”. Todos son iguales ante la ley. Aquí la cosa es distinta. ¿Qué no? Miren el pilar denominado “Instituciones” del Índice de Competitividad del Foro Económico Mundial para convencerse de que hay un abismo de diferencia entre Suiza y el Perú.

De otro lado, la violencia familiar y hacia las mujeres (física, psicológica y sexual) en la región Ayacucho es alarmante, y ¡va en aumento! Según cifras del Centro Emergencia Mujer, del Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual, la violencia familiar en la región supera el promedio nacional, 44% frente a 37%. Sin duda una región muy violenta.

Aunque el aberrante fallo judicial puede apelarse, todo indica que la vida de Cindy Contreras ha dado un giro para mal. Aquí la medicina ha sido peor que la enfermedad. El único que, al parecer, se ha salido con la suya es un tipo que tiraba de los cabellos a una mujer indefensa. Estimado lector, quizá aquella mujer podría ser su hija. Piénselo.

Iván Arenas